El presidente iraní, Mahmoud Ahmadineyad, autorizó hoy la visita del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a instalaciones nucleares, concretamente la de Natanz, anunció el canciller Alí Akbar Salehi.


En declaraciones paralelas a los debates ministeriales de la XVI Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (NOAL), Salehi precisó que Ahmadineyad emitió el "permiso necesario" para el desplazamiento de Ban, quien llegó ayer a Teherán.

Hace días, funcionarios iraníes anunciaron que el titular de la ONU visitaría la instalación especializada en enriquecimiento de uranio de Natanz, como parte de su presencia en esta nación asiática para asistir a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los NOAL.

A su vez, el vicecanciller para Asuntos Internacionales, Mehdi Akhoundzadeh, dijo a medios locales que Ban irá a la provincia de Isfahan, de gran atractivo turístico, mientras otras fuentes añadieron que aprovecharía para llegar hasta la planta de Natanz.

El gobierno iraní desmintió que los asistentes a la cumbre de Teherán tuvieran libre acceso a sus instalaciones atómicas, pero un portavoz de la cancillería indicó que se preparará un recorrido colectivo por sitios nucleares y otros centros.

La determinación de la República Islámica a enriquecer uranio con propósitos pacíficos ha generado una controversia con potencias occidentales, que alegan fines militares, pese a que Irán ha reiterado que persigue generar electricidad y producir isótopos médicos.

En virtud de presiones de Estados Unidos y sus aliados de la Unión Europea, el Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado cuatro rondas de sanciones económicas para forzar a Teherán a renunciar a lo que considera su derecho legítimo a impulsar actividades nucleares.

Los Estados No Alineados, que constituyen dos tercios de los miembros de la ONU, han condenado en repetidas ocasiones las medidas punitivas y otras acciones anti-iraníes, a la vez que defendieron el derecho a la tecnología atómica pacífica, incluido el enriquecimiento.

Asimismo, los 118 miembros de los NOAL repudiaron las medidas unilaterales adoptadas por Washington y la Unión Europea contra Irán, recrudecidas desde comienzos de este año con vetos a las exportaciones petroleras y el congelamiento de transacciones financieras.


Observadores políticos estiman que la Casa Blanca ha permanecido enfrentado con Irán básicamente por la naturaleza independiente y autóctona de su tecnología nuclear, que da a la nación islámica el potencial para convertirse en una potencia mundial en ese campo.

De igual modo, intenta impedir que el país islámico se convierta en modelo para otros del llamado Tercer Mundo