Internacional
En el cubil de la Resistencia
El equipamiento militar del enemigo está bajo tus pies; No te quites los zapatos
Estás en el cubil de la Resistencia, somos un pueblo que no sabemos el miedo, bajo los pies de mi pueblo están los equipamientos de las fuerzas de elite del ejército enemigo, por lo tanto, no te quites los zapatos.
Esta es la imagen que se queda grabada en la mente de todo aquel que visite la sala de exposiciones de Mlita, en su nueva decoración se expone el botín militar “quitado” por los hombres de la Resistencia a las tropas israelíes. La nueva sala fue inaugurada el día 16 de junio de 2012, tras terminar de poner los últimos pormenores de la exposición, se trató de destacar el espíritu de la derrota israelí por medio de utilizar colores oscuros que sugieren decepción, frustración y decadencia del ejército israelí que salió derrotado de Líbano.
La exposición ocupa una área de cuatrocientos metros cuadrados, para conseguir su realización participaron buenos artistas, ingenieros y técnicos durante semanas para crear un nuevo cuadro, cuyas imágenes demostrativas se reparten en las paredes, en el suelo y el espacio de la sala, para unificarse en un cuadro adecuado e innovado que muestra la verdadera situación del enemigo sin la interferencias, utilizando algunas técnicas y los efectos de iluminación y sonido como un elemento añadido para clarificar el significado deseado, que es la historia de la derrota del “ejército leyenda”.
En un lado de la expo y de una forma artística, colocaron en el suelo materiales militares israelíes, restos de los equipamientos de los soldados, cascos, escudos, restos de armas, municiones, alimentos y vendajes, que habían sido abandonados por los soldados derrotados en el terreno de batalla, para ser pisadas por los pies de los visitantes, el material ha sido cubierto de placas transparentes de vidrio, lo que facilita al visitante caminar por encima. Los niños los pisan y muestran su orgullo y burlas del soldado que en su día lo calificaron de un “tigre de papel”.
En el centro de la expo, se levanta una maravillosa “maqueta” artística, muestra armas israelíes incautadas por los hombres de la Resistencia, en un orden y secuencia descendente que toma la forma de un pirámide en cuyo ápice aparece la estrella sionista partida, mientras los cascos de los equipos de elite del ejército israelí están esparcidos en diferentes partes de la sala, en diferentes maneras que muestran la dispersión de estos soldados y las erosiones de sus planes militares al confrontarse a los hombres de Dios, y que no hay más elite frente a la fe de los elites de los elites, no hay equipamientos por mucha que sea su cantidad o calidad, pueda con las armas de la fe en Dios, en la Tierra y en el ser humano.
En un rincón de la sala, posa un avión espía utilizado por el enemigo durante la guerra de julio, que fue derribado por los esfuerzos y la fe de los hombres de la Resistencia. En otro rincón podemos encontrar los aparatos de comunicación utilizados por los traidores colaboracionistas del enemigo, aquellos quien vendieron sus tierras y patria y pueblo al enemigo, una mesa equipada con cajones ocultos, amplificador especial de palabras, dispositivos sofisticados de telecomunicaciones, bolsas equipadas para los colaboracionistas, códigos y aparatos de medir las mapas y cajas de correos especiales por los espías.
En la gran sala de la expo hay botines de guerra consistentes en armas israelíes ligeras y medianas, proyectiles de mortero de varias categorías, lanzacohetes y cañones mortero, francotiradores, binoculares nocturnos, aparatos de transmisión, zapatos de protección de las minas, escudos y municiones.
Para añadir una vitalidad a la expo, en uno de sus rincones colgaron una gigantesca pantalla que transmite continuamente un video especial que muestra la escena de la derrota del enemigo sionista en Líbano.
Cuando salgas de la expo te invade una sensación de orgullo mezclada con el sabor de la victoria, una victoria que ha sido real gracias a los hombres de Dios en Líbano que pudieron derrotar a un ejército que aterrorizó a los árabes y al mundo durante décadas.
Amer Farhat – Mlita
| Estás en el cubil de la Resistencia, somos un pueblo que no sabemos el miedo, bajo los pies de mi pueblo están los equipamientos de las fuerzas de elite del ejército enemigo, por lo tanto, no te quites los zapatos.
Esta es la imagen que se queda grabada en la mente de todo aquel que visite la sala de exposiciones de Mlita, en su nueva decoración se expone el botín militar “quitado” por los hombres de la Resistencia a las tropas israelíes. La nueva sala fue inaugurada el día 16 de junio de 2012, tras terminar de poner los últimos pormenores de la exposición, se trató de destacar el espíritu de la derrota israelí por medio de utilizar colores oscuros que sugieren decepción, frustración y decadencia del ejército israelí que salió derrotado de Líbano.
La exposición ocupa una área de cuatrocientos metros cuadrados, para conseguir su realización participaron buenos artistas, ingenieros y técnicos durante semanas para crear un nuevo cuadro, cuyas imágenes demostrativas se reparten en las paredes, en el suelo y el espacio de la sala, para unificarse en un cuadro adecuado e innovado que muestra la verdadera situación del enemigo sin la interferencias, utilizando algunas técnicas y los efectos de iluminación y sonido como un elemento añadido para clarificar el significado deseado, que es la historia de la derrota del “ejército leyenda”.
En un lado de la expo y de una forma artística, colocaron en el suelo materiales militares israelíes, restos de los equipamientos de los soldados, cascos, escudos, restos de armas, municiones, alimentos y vendajes, que habían sido abandonados por los soldados derrotados en el terreno de batalla, para ser pisadas por los pies de los visitantes, el material ha sido cubierto de placas transparentes de vidrio, lo que facilita al visitante caminar por encima. Los niños los pisan y muestran su orgullo y burlas del soldado que en su día lo calificaron de un “tigre de papel”.
En el centro de la expo, se levanta una maravillosa “maqueta” artística, muestra armas israelíes incautadas por los hombres de la Resistencia, en un orden y secuencia descendente que toma la forma de un pirámide en cuyo ápice aparece la estrella sionista partida, mientras los cascos de los equipos de elite del ejército israelí están esparcidos en diferentes partes de la sala, en diferentes maneras que muestran la dispersión de estos soldados y las erosiones de sus planes militares al confrontarse a los hombres de Dios, y que no hay más elite frente a la fe de los elites de los elites, no hay equipamientos por mucha que sea su cantidad o calidad, pueda con las armas de la fe en Dios, en la Tierra y en el ser humano.
En un rincón de la sala, posa un avión espía utilizado por el enemigo durante la guerra de julio, que fue derribado por los esfuerzos y la fe de los hombres de la Resistencia. En otro rincón podemos encontrar los aparatos de comunicación utilizados por los traidores colaboracionistas del enemigo, aquellos quien vendieron sus tierras y patria y pueblo al enemigo, una mesa equipada con cajones ocultos, amplificador especial de palabras, dispositivos sofisticados de telecomunicaciones, bolsas equipadas para los colaboracionistas, códigos y aparatos de medir las mapas y cajas de correos especiales por los espías.
En la gran sala de la expo hay botines de guerra consistentes en armas israelíes ligeras y medianas, proyectiles de mortero de varias categorías, lanzacohetes y cañones mortero, francotiradores, binoculares nocturnos, aparatos de transmisión, zapatos de protección de las minas, escudos y municiones.
Para añadir una vitalidad a la expo, en uno de sus rincones colgaron una gigantesca pantalla que transmite continuamente un video especial que muestra la escena de la derrota del enemigo sionista en Líbano.
Cuando salgas de la expo te invade una sensación de orgullo mezclada con el sabor de la victoria, una victoria que ha sido real gracias a los hombres de Dios en Líbano que pudieron derrotar a un ejército que aterrorizó a los árabes y al mundo durante décadas.
Amer Farhat – Mlita