EE. UU. Y otros países occidentales intentan desestabilizar la situación en Siria, para realizar un ataque militar al país como ya sucedió en Libia. Así lo declaró un portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán. Siguiendo esta lógica se puede decir que, de momento, lo que seguro se consiguió en Siria con casi siete meses de disturbios es despertar un activismo político poco común en el país.

La apatía que estaba empantanada en el sentimiento de muchos sirios ha dado paso en la actualidad a una inquietud creciente. La opinión sobre lo que ocurre dentro y fuera de las fronteras sirias ya se comparte también entre los más jóvenes que han inundado las calles. Precisamente, este miércoles decenas de miles de simpatizantes del presidente Bashar al Assad tomaron el centro de Damasco.

Según el ejecutivo sirio, esta manifestación es una muestra del músculo político que posee Assad. “Dios, Dios, Dios y después Bashar Assad”, “El Ejército y el pueblo están contigo, Bashar!”, gritaba la gente.

“Ahora nos informamos, queremos saber más”

Otra manifestante, Rula, tampoco escondió que la pasividad política y social formaba parte de su modo de vida. Sin embargo, ahora asume que hay una transformación en Siria.

“Los ciudadanos son mucho más conscientes”

El país promete cambios, ya que será ratificada una nueva Constitución que “definirá el perfil de la vida política de Siria para el futuro”.

Los enfrentamientos también van apagándose. Según la televisión siria, en la última operación militar en Homs fueron detenidos 144 guerrilleros de la oposición que, según se afirma, atemorizaban a los locales.

Pero la madurez política que está adquiriendo poco a poco Siria tiene otro lado: la oposición también tiene sus partidarios. Sus activistas también generan debates y discusiones sobre el futuro de Siria. Precisamente, la semilla de las protestas germina en algunas redes sociales.

Luai lo dice con conocimiento de causa. Al inicio de los disturbios fue detenido y torturado durante tres días. Vive con miedo, pero su voz se sigue oyendo.

Pero, a pesar del incremento de ciudadanos políticamente activos, todavía hay una vasta mayoría de sirios que se muestra indiferente y todo parece indicar que su posicionamiento, a corto o mediano plazo, será la llave maestra para decidir el futuro del país.

Fuente: Agencias