La afirmacióne que Irán utilizó un vendedor de autos usados, con una condena por fraude con cheques para contratar a mafiosos mexicanos para asesinar al embajador saudí en Washington, va en contra de todo lo que se conoce de los servicios de inteligencia de Irán altamente sofisticados.

El anuncio de seguros de esta trama extraña por Fiscal General Eric Holder suena alarmantemente similares al famoso reclamo del secretario del Estado norteamericano, Colín Powell ante la ONU en 2003 que los EE.UU. poseía pruebas irrefutables de que Saddam Hussein estaba desarrollando armas de destrucción masiva.

El problema es que el gobierno de EE.UU. tiene muy comprometido públicamente a una versión de los hechos, sin embargo poco probable, de ser cierto, sería un caso para la guerra contra Irán. Va a ser difícil para los EE.UU. a retractarse de tales denuncias ahora.