Mueren cinco bebés en la asediada Franja de Gaza a causa del intenso frío

Al menos cinco bebés han muerto por hipotermia a causa del intenso frío en las últimas horas en la Franja de Gaza, según fuentes sanitarias.

El director del Hospital Amigos del Paciente en Gaza, Dr. Sayed Salah, informó el lunes del fallecimiento de tres bebés y explicó que otros tres bebés afectados por el frío extremo se encuentran en estado crítico en la unidad de cuidados intensivos del centro sanitario.

“Llegaron con una temperatura muy baja, como si fueran bloques de hielo y sufrieron una caída en la circulación sanguínea. Lo que afecta a todo el proceso respiratorio así como al funcionamiento de riñones, hígado y cerebro”, detalló Salah.

Uno de los bebés fallecidos tenía tres semanas de edad, y los otros dos tenían un mes y tres días.

Más tarde, el corresponsal de la cadena qatarí Al Jazeera en Gaza notificó que el número de recién nacidos que murieron por el frío extremo ha aumentado a cinco.

Tras este incidente, Salah pidió a las autoridades pertinentes que brinden apoyo a la Franja de Gaza en estas difíciles circunstancias proporcionándoles casas móviles, campamentos y combustible para garantizar el calor de los palestinos, especialmente en el contexto de la nueva depresión atmosférica.

Desde principios de enero, al menos más de una decena de bebés han muerto en la Franja de hipotermia, según cifras de las autoridades palestinas.

Los funcionarios palestinos describen como “catastróficas” las condiciones humanitarias que experimentan los palestinos en la Franja de Gaza debido a la escasez de tiendas de campaña y la falta de disponibilidad de casas móviles.

El régimen de ocupación israelí se niega a permitir la entrada de ayuda humanitaria “esencial” a la Franja, en particular 200.000 tiendas de campaña y 60.000 casas móviles para proporcionar refugio urgente a los palestinos afectados, violando así el acuerdo de alto el fuego, según la oficina gubernamental de Gaza.

La mayoría de la población en la Franja de Gaza, que perdieron todas sus posesiones y pertenencias junto con sus hogares en los ataques israelíes, sigue malviviendo en tiendas de campaña o en refugios improvisados rodeados de escombros, sin calefacción ni recursos suficientes para poder hacer frente al intenso frío.