Miles de habitantes condenados a muerte en el norte de la Franja de Gaza

El ejército enemigo israelí continúa asediando los hospitales por cuadragésimo día consecutivo, condenando así a muerte a miles de palestinos que decidieron permanecer en el norte de la Franja de Gaza, ya sea por bombardeos, hemorragias, falta de atención médica o por hambre y sed.

Si bien durante todo ese período, el ejército enemigo permitió que un convoy de ayuda humanitaria de la Organización Mundial de la Salud llegara al Hospital Kamal Adwan en el campamento de Beit Lahia, horas después, el ejército israelí irrumpió en el hospital, quemando todo el combustible y los medicamentos que la organización había entregado.

Lo mismo ocurrió anteayer en la ciudad de Beit Hanoun, en el extremo norte de la Franja de Gaza, donde el enemigo -en aras del espectáculo y de la propaganda mediática- permitió que dos camiones con agua y latas entraran en los centros de acogida, horas más tarde atacó esos centros, desplazó a sus habitantes y destruyó, quemó y echó a perder toda la ayuda que le llegó, incluso antes de que los desplazados se beneficiaran de ella.

El Dr. Hossam Abu Safia confirma que: “El hospital tiene un solo médico y varias enfermeras, que no disponen de medicamentos ni material médico fungible”. Abu Safiya, cuyo hijo fue asesinado por la ocupación y cuyo personal médico del hospital fue arrestado, dice: “Todos los días recibimos casos graves para los cuales no podemos proporcionar nada. La gente está empezando a sufrir hambre, los niños sufren desnutrición y hay una grave escasez de analgésicos, medicinas y tratamientos (...) Llamamos al mundo a abrir “un corredor para traer médicos y medicinas para salvar las vidas de cientos de heridos”.

Además; Según estadísticas oficiales, la operación militar israelí en curso en el campamento de Yabalia y en la gobernación septentrional de la Franja de Gaza provocó la muerte de más de 2.000 ciudadanos y heridas a otros 6.000. Socavar el trabajo de las ambulancias y de la Defensa Civil durante 21 días contribuyó al aumento del número de mártires, ya que la ocupación destruyó las ambulancias, arrestó a 6 de sus equipos y bombardeó a otros grupos que intentaban llevar a cabo sus misiones humanitarias.