El corredor de Filadelfia profundiza las divisiones en el liderazgo israelí

La cúpula del poder israelí está dividida ante la guerra en la Franja de Gaza y un acuerdo para tregua con el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS). Así lo demostró la reunión mantenida el viernes sobre la permanencia del ejército israelí en el corredor de Filadelfia (que separa Gaza de Egipto), según reflejan medios hebreos.

La última reunión de gabinete de Benjamín Netanyahu se convirtió en un enfrentamiento a gritos sin precedentes entre el premier y su ministro de asuntos militares, Yoav Gallant, dijeron el jueves funcionarios israelíes.

El canal 12 israelí reveló filtraciones de la reunión, cuando Gallant se enfureció con Netanyahu por llevar a votación una serie de mapas elaborados por el ejército, que muestran cómo Tel Aviv planea mantener sus tropas en el corredor de Filadelfia.

“La importancia de esto es que Hamas no lo aceptará, por lo que no habrá un acuerdo y no se liberarán rehenes”, dijo Gallant, según el informe.

Por todo, el desacuerdo y la continuación del enfrentamiento, Netanyahu golpeó sus puños contra la mesa, exigiendo una votación inmediata sobre los mapas, da a conocer el informe.

Gallant alertó durante la cita que el acuerdo no se trata simplemente de la liberación de los retenidos, sino que también es una “coyuntura estratégica” para la entidad sionista.

Resaltó que, si el gabinete israelí elige el camino que conduce a un acuerdo, podría disminuir las tensiones regionales y permitir que las fuerzas israelíes reconsideren su estrategia y cambien su enfoque respecto a Gaza y a otras amenazas regionales, las cuales se derivan de la respuesta prometida por el asesinato de Ismail Haniye y las tensiones con el Movimiento de Resistencia Islámica de Líbano (Hezbolá).

De acuerdo con Gallant, si el régimen israelí elige no ir a por un acuerdo, dejaría a su ejército empantanado en Gaza.

De acuerdo al portal Axios, el enfrentamiento en la reunión del gabinete israelí expuso la actual y cada vez más intensa división política y animosidad personal entre Netanyahu y Gallant.

También mostró el profundo desacuerdo entre Netanyahu y la gran mayoría del sector militar sionista, así como la comunidad de inteligencia israelí sobre cuál debería ser la estrategia del régimen en Gaza, casi un año después del inicio de las agresiones contra el enclave palestino —con un saldo de más de 40.600 palestinos muertos—, precisa la nota.