Internacional
Los bosnios conmemoran el genocidio de Srebrenica
Miles de personas asistieron el jueves a las ceremonias para el 29° aniversario de la matanza de bosnios musulmanes en Srebrenica, ocurrida en julio de 1995, un genocidio al que la ONU decidió hace dos meses consagrar un día internacional de memoria.
Durante las ceremonias, se llevaron a cabo los funerales de 14 personas asesinadas cuando las fuerzas serbias de Bosnia-Herzegovina entraron a Srebrenica y mataron a 8.000 adolescentes y hombres musulmanes.
Estas víctimas, cuyos restos fueron encontrados e identificados en el último año, fueron enterradas junto a 6.751 muertos en la masacre que descansan en el cementerio conmemorativo de Potocari, a las afueras de Srebrenica.
En 11 de julio de 1995, meses antes del fin de la guerra de Bosnia (1992-95), las fuerzas serbias de Bosnia-Herzegovina entraron a Srebrenica -una zona protegida por cascos azules de la ONU donde estaban refugiados decenas de miles de desplazados- y mataron a cerca de 8.000 adolescentes y hombres musulmanes.
Este crimen, la peor masacre ocurrida en Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, fue calificado de genocidio por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) y por la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
La Asamblea General de la ONU decidió en mayo que el 11 de julio, sea el “Día Internacional de Reflexión y Conmemoración del Genocidio de Srebrenica de 1995”, una resolución que fue criticada por Serbia y por los políticos serbiobosnios, que cuestionan que la matanza constituya un genocidio.
Un tribunal de la ONU condenó a cadena perpetua al dirigente político serbio bosnio Radovan Karadzic y el líder militar Ratko Mladic por crímenes de guerra, incluyendo el genocidio de Srebrenica.
Casi 30 años después del genocidio, 6.988 víctimas de la matanza han sido enterradas, aunque muchos de los restos han sido encontrados incompletos, ya que para encubrir el crimen las fuerzas serbobosnias trasladaron los cuerpos de una fosa común a otra.
La Unión Europea calificó la matanza como “uno de los momentos más oscuros de la historia europea moderna”.
“No hay lugar entre nosotros para quienes niegan el genocidio, intentan reescribir la historia y glorifican a los criminales de guerra”, afirmaron en una declaración conjunta el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, y el comisario europeo de Ampliación, Oliver Varhelyi.
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