Internacional
Nueva víctima mortal se suma al sanguinario historial del régimen en Bahréin
Una anciana bahreiní de 80 años muere asfixiada por los gases de la opresión
Los bahreiníes enterraron a Mariam Naser Abdallah, una mujer octogenaria que perdió la vida este fin de semana después de que su estado de salud se agravara por el efecto de los gases tóxicos lanzados por las fuerzas de seguridad leales al régimen, que respiró en su propio domicilio situado en la localidad de Sadad.
La coalición de los jóvenes bahreiníes, Revolución 14 de Febrero, explicaron que la fallecida se asfixió por el efecto de los gases tóxicos lanzados el viernes pasado por los mercenarios del régimen hasta el interior de su casa, su estado se empeoró notablemente el sábado causándole la muerte.
La coalición convocó al pueblo bahreiní a asistir al funeral de la mujer mártir.
Por otra parte, las fuerzas de seguridad bahreiní interrumpieron ayer en la residencia del Secretario General de la Asociación “Wefaq Nacional”, Sheikh Ali Salman, y le robaron las cámaras de vigilancia.
Desde el 14 de febrero de 2011, los manifestantes exigen reformas democráticas en este pequeño reino del golfo Pérsico.
Según la oposición, más de 90 personas han fallecido en la revuelta, mientras que unas mil han sido detenidas y más de 2.000 han perdido sus puestos de trabajo por participar en las protestas.
| La coalición de los jóvenes bahreiníes, Revolución 14 de Febrero, explicaron que la fallecida se asfixió por el efecto de los gases tóxicos lanzados el viernes pasado por los mercenarios del régimen hasta el interior de su casa, su estado se empeoró notablemente el sábado causándole la muerte.
La coalición convocó al pueblo bahreiní a asistir al funeral de la mujer mártir.
Por otra parte, las fuerzas de seguridad bahreiní interrumpieron ayer en la residencia del Secretario General de la Asociación “Wefaq Nacional”, Sheikh Ali Salman, y le robaron las cámaras de vigilancia.
Desde el 14 de febrero de 2011, los manifestantes exigen reformas democráticas en este pequeño reino del golfo Pérsico.
Según la oposición, más de 90 personas han fallecido en la revuelta, mientras que unas mil han sido detenidas y más de 2.000 han perdido sus puestos de trabajo por participar en las protestas.