Amnistía Internacional ha solicitado a la entidad israelí que proceda a la liberación de los presos palestinos que se encuentran en detención administrativa (un modelo que permite el encarcelamiento indefinido sin presentar cargos por motivos de seguridad) en caso de que no vaya a presentar cargos contra ellos o a someterlos a juicio con prontitud.

En su último informe “Hambrientos de justicia: palestinos detenidos sin juicio”, la organización ha documentado violaciones de Derechos Humanos relacionadas con este tipo de detención. En este sentido, AI ha pedido a “israel” que deje de usar esta medida como un método de supresión del movimiento pacífico.


"Al igual que muchos otros palestinos presos, los sometidos a detención administrativa son objeto de violaciones de Derechos Humanos como tortura y otros malos tratos en los interrogatorios, trato cruel y degradante durante su reclusión y, en ocasiones, castigos por protagonizar huelgas de hambre u otras protestas”, ha indicado AI.

Sin embargo, ha matizado que los palestinos que se encuentran en detención administrativa y sus familias "han de vivir con la incertidumbre de no saber cuánto tiempo estarán encarcelados y con la injusticia de no saber por qué están detenidos". Estos presos también tienen prohibidas las visitas de familiares y sufren traslados forzosos o reclusión en aislamiento.

En total, hay al menos 308 presos palestinos en detención administrativa, 24 de los cuales son miembros del Parlamento palestinos. Entre ellos está su presidente, Aziz Dweik, quien rechazó hace unos días una propuesta de exilio formulada por “Israel”. Asimismo, están también el activista Walid Hanatsheh y cuatro periodistas, así como estudiantes y profesores universitarios.

"Israel" lleva decenios utilizando su sistema de detención administrativa para pisotear los derechos humanos de los detenidos. Este sistema es un vestigio del pasado que hay que retirar de la circulación, ha apostillado la responsable de AI para oriente próximo y Magreb Ann Harrison.