Esta semana es muy importante para el Líbano puesto que se celebra el duodécimo aniversario de la retirada unilateral y forzada del ejército israelí del Sur del Líbano después de ocuparlo durante más de 22 años.

Esta retirada unilateral y sin condiciones del ejército israelí constituye para el mundo árabe y musulmán una victoria histórica sin precedentes, la primera clara victoria después de la fundación de la entidad israelí en 1948.


Han transcurrido doce años, doce años de victoria, la victoria del 25 de mayo del 2000, día en el que el ejército israelí huyó de los territorios libaneses, y desde entonces el pueblo libanés prueba la victoria, prueba la libertad, se encuentran las familias que habían sido separadas, se corre libremente por los campos.

El 25 de mayo, significa orgullo, honor, dignidad, y libertad… Mientras para los israelíes significa derrota y humillación que los perseguirá siempre.

Los invasores israelíes creyeron que podían conquistar la tierra por las buenas e imponerse mediante la ocupación y los intentos de normalización por todos los medios.

Pero su ejército ha sido manchado con la vergüenza, mientras nuestras noches están iluminadas con la llama de la liberación. Para demostrar una vez más que la sangre puede vencer a la espada, que la sangre puede reventar las cadenas, que la sangre puede humillar a los arrogantes tiranos.
Y para demostrar que la entidad israelí no es más que un castillo de naipes.


El 25 de mayo 2000, es un día histórico en Líbano y el mundo árabe, los israelíes por primera vez en la historia del conflicto árabe-israelí son expulsados de tierras ocupadas, son forzados a abandonar en la oscuridad de la noche bajo el fuego de la Resistencia, como hacen los ladrones cuando los pillan in fraganti.

Las banderas de Hezbolá ondean en los pueblos liberados a lo largo de la frontera, tras la humillante derrota del enemigo que se creía invencible… los habitantes cuentan con alegría el regreso a sus hogares que han tenido que abandonar durante dos décadas, levantan las cabezas en alto y con miradas de orgullo cuentan que la sangre de los mártires les han devuelto a la patria bajo la bandera de la Resistencia.