El Gobierno de Cuba ha rechazado "categóricamente" el informe publicado por el Departamento de Estado de Estados Unidos sobre la situación de los Derechos Humanos en la isla y ha acusado a la Casa Blanca de "desconocer su propio récord de abusos en su país y en el mundo".

En un comunicado difundido por el Ministerio de Exteriores de Cuba, la directora de la Dirección de Estados Unidos, Josefina Vidal, ha rechazado dicho informe al considerar que "la singularización de Cuba en el mismo no tiene nada que ver con la situación real de los Derechos Humanos en el país".

Según Vidal, "las mentiras y tergiversaciones contenidas en este documento solo responden a la desesperada necesidad que tiene la Casa Blanca de justificar la cruel política de bloqueo contra Cuba, que es rechazada cada día más dentro y fuera de Estados Unidos".

La funcionara ha considerado que "Cuba ha hecho una contribución fundamental al respeto de los Derechos Humanos en el país y en el mundo". "Muchos de los derechos que los cubanos disfrutan y tienen asegurados constituyen una quimera para la mayoría de la población del planeta, incluyendo una parte importante de la de Estados Unidos", ha aseverado.

En este sentido, ha apuntado que "la presencia de Cuba en otros países solo puede asociarse a la labor humanitaria de curar y enseñar, en contraste con las aventuras agresivas e intervencionistas de Estados Unidos, que continúan causando víctimas inocentes entre la población civil".

Además, la directora de la Dirección de Estados Unidos ha expresado su rechazo a la "injusta e "infundada" inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo internacional que elabora el Departamento de Estado.

El informe denuncia la "sistémica" represión de los derechos y libertades fundamentales en Cuba, que, según indica, se manifiesta a través de la intimidación, el acoso, las amenazas y las detenciones arbitrarias.