Irán revela el papel del servicio de espionaje israelí en la ofensa al Corán en Suecia

“La recopilación selectiva de información de los centros relacionados con esa sedición y la comparación de los hallazgos iniciales con los repositorios informativos existentes revelaron las primeras pistas sobre el origen de la sedición e incitación al odio”, anunció este lunes el Ministerio de Inteligencia de Irán por medio de un comunicado.

De acuerdo con la información, las investigaciones realizadas por la Inteligencia de Irán apuntan a que Salwan Momika, el iraquí que quemó una copia del Sagrado Corán en Suecia, “fue empleado en 2019 por el servicio de espionaje del régimen sionista”.

“Él, que fue famoso en la región de su antigua residencia en Iraq, presenta la misma mala fama y sus malos antecedentes como el deseado historial de los sionistas y es aceptado y acogido por ellos”, se lee en la nota.

Posteriormente, prosigue el texto, Momika desempeñó un gran papel en las tareas de espionaje realizadas contra el corriente de Resistencia, en concreto, en el proyecto de la balcanización de Iraq; “pidió y recibió la residencia en Suecia (...) como el salario por sus traiciones” a los iraquíes y la Ummah (comunidad) islámica.

La Inteligencia iraní destacó que Momika cometió blasfemia al Sagrado Corán, mientras el régimen israelí iba intensificando la represión de la resistencia legítima y popular de los palestinos en los territorios ocupados.

En este sentido, el comunicado precisa que el citado acto de la profanación del Corán tenía como objetivo “crear una ola mediática dominante y marginar las noticias de los crímenes horríficos y generalizados del régimen sionista en Cisjordania, especialmente en Yenín”.

De hecho, avisa que “esta es la práctica habitual de los sionistas, quienes, junto con cada proyecto de matanza y destrucción, implementan otro proyecto criminal para desviar la atención de esa malvada operación”.

A modo de colofón, la Cartera iraní ha enfatizado la necesidad de que el Gobierno sueco reconsidere su enfoque actual y “no permita que en esa geografía se hieran los sentimientos de más de 2 mil millones de musulmanes en el mundo”.