Con una participación masiva de representantes religiosas, populares y miles de habitantes de la ciudad de Alepo, se efectuaron los funerales del mártir Sariá Hassoun, quien fue asesinado por grupos terroristas armados.

Sariá Hassoun, hijo del Gran Muftí de la República de Siria, Sheikh Ahmad Badreddin Hassoun, fue enterrado hoy el lunes en el cementerio de la mezquita de Osama Bin Zaid en la ciudad de Alepo. Encomendado por el presidente Bashar Assad, el ministro de Fundaciones religiosas, Mohamad Abdul Sattar al-Sayyed asistió al funeral y ofreció las condolencias en nombre del Presidente de la república de Siria Bashar Assad al Gran Muftí, y su familia y la ciudad de Alepo.

El Gran Muftí Hassoun dijo que aquellos que cometen tales actos no tienen por objetivo a individuos, sino a la patria, y quieren que Siria se arrodille ante los sionistas y los Estados Unidos, afirmando que no lograran sus objetivos, y dijo "aunque sólo permanezca un solo hombre de pie en Siria, este hombre no abandonaría a Palestina, no se arrodillaría ante los enemigos de la nación, no sería un cobarde y no asesinaría a inocentes".

Sheikh Hassoun consideró que la patria es la que sangra y se preguntó ¿¨por qué los aviones de la OTAN bombardean las ciudades libias y hacen caer sus bombas encima de su pueblo?, y si aquellas personas que no desean que Sariá y sus compañeros mártires vivan en paz, ¿realmente desean lo mejor para la nación y de hecho creen en las causas de los pueblos?".