Internacional
La DEA aplica estrategias de guerrilla empleadas en Irak y Afganistán
La muerte de civiles hondureños salpica a la Agencia Antidroga de EE UU
La implicación de agentes de la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA) en dos operaciones contra el narcotráfico en Honduras con fuego cruzado, en las que murieron cuatro civiles, ha desatado la indignación de los ciudadanos de la nación centroamericana. La noticia, publicado por The New York Times, llega pocos días después de que se conociera que la DEA había enviado cuerpos de élite al país para instruir y acompañar a las brigadas de narcóticos hondureñas en las redadas contra los cárteles de la droga.
A pesar de que la DEA ha negado categóricamente que sus hombres efectuaran disparo alguno, la presencia de agentes de EE UU en el país y las dudas que envuelven a estas dos operaciones han levantado las suspicacias de los ciudadanos y han puesto de manifiesto los riesgos de aplicar las técnicas de guerrilla empleadas en escenarios de guerra a la lucha contra el narcotráfico.
En la primera escaramuza, ocurrida el 6 de mayo, la refriega tuvo lugar cuando un comando compuesto por oficiales estadounidenses y hondureños se disponía a abortar un intercambio de cocaína. Los traficantes abrieron fuego y lograron escapar, de acuerdo con The New York Times. El viernes pasado, sin embargo, cuando otro equipo mixto confundió una embarcación de recreo con un bote que transportaba droga y disparó contra la tripulación, cuatro civiles, dos de ellos mujeres embarazadas, resultaron muertos, según la denuncia que hizo el alcalde de Ahuas, Lucio Baquedano, al diario Tiempo. El Gobierno de Honduras, sin embargo, comunicó que sólo habían fallecido dos narcotraficantes.
En la actualidad, la DEA posee tres bases en el país centroamericano, todas abiertas con el consentimiento del Gobierno de Tegucigalpa. Allí sus agentes instruyen a las fuerzas locales en las tácticas de guerrilla aprendidas en Iraq y Ahganistán para combatir a la insurgencia, según informó The New York Times el 5 de mayo.
Los agentes de la DEA destinados a Honduras -la mayoría veteranos de la guerra de Irak y Afganistán- tienen prohibido disparar salvo en casos de legítima defensa y no pueden intervenir aunque los efectivos hondureños o sus propios hombres estén en peligro.
No es la primera vez que las actividades de la DEA en otros países han suscitado críticas y reproches. En 2011, la agencia reconoció haber participado en operaciones de lavado de dinero en suelo mexicano para detectar dónde guardaban y cómo movían el dinero del contrabando de drogas las organizaciones criminales. Dos años antes, se descubrió la existencia del programa Rápido y Furioso, mediante el que el Gobierno de EE UU entregó armas a cárteles de México para conocer qué ruta hacían. Ambas estrategias pusieron en serio peligro la colaboración en la lucha contra el narcotráfico entre ese país y EE UU.