Un convoy de observadores de la ONU formado de cuatro vehículos fue este martes blanco de un ataque en una localidad del norte de Siria, sin que hubiera heridos.

En Nueva York, un portavoz de la ONU confirmó que el convoy fue atacado, y precisó que el artefacto explosivo era una bomba de fabricación casera.


La explosión dañó tres vehículos de la misión de Naciones Unidas, pero ningún funcionario de la ONU resultó herido, dijo el portavoz Martin Nesirky. La ONU intentaba "esclarecer las circunstancias" del ataque, que sólo puede "condenar", agregó Nesirky.

Estados Unidos, por su lado, está "profundamente preocupado por la escalada de violencia" en Siria. Pese a la presencia de más de 200 observadores de la ONU en Siria, la violencia continúa.


En el plano humanitario, Kofi Annan dijo estar "sumamente preocupado por la situación de más de un millón de sirios que necesitan ayuda humanitaria", según el portavoz Nesirky.

De otro lado, la principal coalición opositora, el Consejo Nacional Sirio (CNS) eligió a Burhan Ghaliun a su frente por un nuevo período de tres meses, en una reunión celebrada en Roma.