La ciudad de Trípoli, en el norte de Líbano, ha sido escenario durante las cuarenta y ocho horas pasadas de fuertes enfrentamientos que cobraron la vida de cuatro personas, entre ellas un soldado libanés, lo que motivó una ola de condena general y la intervención del ejército en una severa advertencia a todos aquellos que socavan la estabilidad.

Lo que ocurrió en la ciudad plantea una serie de preguntas y la cuestión principal, ¿Quiere el partido "Futuro" y sus afiliados convertir Trípoli en foco abierto para tensiones de seguridad?, y ¿en el interés de quién atacar al ejército?, ¿la detención de una persona por cargos de terrorismo se responde con aumentar la violencia sectaria, la incitación y la intimidación de los ciudadanos?.

Enfrentamientos armados en el norte

El diario "El-Safir" escribió que: Tal vez el estallido de la violencia en Trípoli no ha sido una sorpresa para muchos, debido a que la ciudad vive desde hace mucho tiempo en tensión, y los indicadores apuntaban, de acuerdo al ritmo de las tensiones políticas y sectarias, y la interacción con la crisis en Siria, añadido al reparto de armas, todo esto era suficiente para que cualquier “roce” provocara un fuerte temblor en una escala de "Richter libanés."


La detención de un sospechoso desata la violencia

El diario señaló que: Nada más que las Fuerzas de Seguridad detuvieron a una persona que pertenece a un grupo salafista, por tener vínculos con una organización terrorista, se enredó todo, en la ciudad abierta a los vientos por los cuatro costados, en principio se cortaron las carreteras con los neumáticos encendidos, y las plazas con sentadas y concentraciones, pero la bola de nieve rodó en las calles y los pobres callejones hasta llegar, una vez más, a las zonas de Yabal Mohsen y Bab Tebaneh, que a su vez fueron implicados en un enfrentamiento armado que cobró la vida de decenas de civiles, en un aparente intento de darle un carácter sectario.

Añadió: "En este clima inflamado, el ejército trata de imponer el orden y la seguridad, con los pocos medios disponibles y bajo cobertura política, tratando de conciliar entre las exigencias de la misión y las peculiaridades de la ciudad, sobre todo en un ambiente donde hay quien trabaja duro para descreditar la eficacia del ejército al acusarle de ser parcial, la misma acusación ha sido hecha contra el Servicio de Seguridad General, a raíz de la detención de Mawlawi, lo que enfureció a los islamistas que consideran, la decisión del arresto y la forma, como un insulto dirigido a los habitantes de Trípoli.

Mikati: el ejército no está en contra de los islamistas

En este contexto, el Primer Ministro Najib Mikati, declaró al mismo periódico que "algunas personas tratan de presentar al ejército como una de las Partes en contra de las fuerzas islamistas de la ciudad, mientras que de hecho es todo lo contrario, y la evidencia está en que el ejército no intervino para desalojar a los concentrados el sábado, pero cuando se extendieron los enfrentamientos el ejército se vio obligado a intervenir a gran escala para mantener la seguridad en la ciudad".

Se reúne el alto mando de defensa en Líbano

“Consecuencia de los acontecimientos en Trípoli, el Alto mando de Defensa en Líbano se reunió urgentemente, presidido por el Presidente de la República libanesa, Michael Sleiman. Fuentes militares participantes en la reunión mostraron su temor de no poder controlar la calle, al mismo tiempo aseguraron que las fuerzas de seguridad intensificaron sus medidas y su despliegue, y tratarán con firmeza a cualquier intento de desestabilización, el ejército, envió más unidades a la zona de Trípoli”, ha publicado el periódico "El-Akhbar".


La detensión de Shadi Mawlawi

En el mismo contexto, fuentes de seguridad informaron en una entrevista para "El-Akhbar", que Shadi Mawlawi, dueño de una pequeña tienda de ferretería, en la localidad de Kouba, había viajado a Siria en varias ocasiones, y hay fundadas sospechas de sus vínculos con grupos armados, por lo que estuvo bajo estricta vigilancia hasta el momento de su detención.

El mismo diario reveló que “en posesión del Servicio de Seguridad hay información suficiente que hace sospechar que el Mawlawi está relacionado con una célula perteneciente a "Al Qaeda", que opera en Líbano y varios países de la región", según afirma un funcionario de seguridad relacionado con el proceso de detención, y que “los próximos días demostrarán la certeza de lo que había hecho el Servicio de Seguridad”.

Charbel ... Y la decisión del Alto Mando de Defensa

Por su parte, el ministro del Interior, Marwan Charbel manifestó para "El-Safir", que "Las decisiones del Alto Mando de Defensa tomó serias decisiones y tratará el tema con severidad, pero sin derramamiento de sangre si es posible, los nombres de los autores de los disturbios son conocidos, y el poder judicial va a seguir el caso".