Internacional
EEUU prefiere llorar lágrimas de cocodrilo que ayudar a Siria tras el terremoto
A pesar de que los devastadores terremotos del 6 de febrero mataron a cientos de sirios y destrozaron infraestructuras críticas, ya maltratadas por la guerra sucia que Occidente mantiene desde hace una década contra la nación siria, EEUU se negó a ceder en sus sanciones contra el país, indicó Ned Price, portavoz del Departamento de Estado.
“En primer lugar, me gustaría comenzar hoy haciéndome eco del presidente (de EEUU, Joe Biden) y del secretario (de Estado, Antony Blinken) al expresar nuestras más profundas condolencias al pueblo de Turquía y Siria tras los devastadores terremotos en Kahramanmaras, en el sureste de Turquía. Nos solidarizamos con nuestros aliados, nuestros socios y los pueblos de Turquía y Siria afectados por esos terribles sucesos”, comunicó Price en una sesión informativa el 6 de febrero.
Price aclaró que esa “solidaridad” no se extiende al Gobierno sirio. Al preguntarle por qué Washington no está dispuesto a coordinar directamente la ayuda con Damasco, el portavoz sugirió que “sería bastante irónico, si no contraproducente, que tendiéramos la mano a un Gobierno que brutalizó a su pueblo a lo largo de una docena de años”.
En su lugar, según Price, EEUU trabajará con “organizaciones no gubernamentales asociadas sobre el terreno” que, “a diferencia del régimen sirio, están ahí para ayudar a la gente en lugar de embrutecerla”. El portavoz no dio más detalles sobre quiénes son esos “socios sobre el terreno”, salvo que “necesitarán tener acceso para poder ir y venir a través de la frontera” para prestar ayuda.
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