Éxito de siria y fracaso de sus oponentes



Mahmoud Raya

Los atentados de Damasco hoy - a pesar de las horribles escenas que han dejado – son una evidencia de éxito y de fracaso.

En primer lugar hay que destacar el horror del crimen y su brutalidad, que golpeó al azar, y dio lugar a las decenas de mártires y heridas entre los civiles, y dejó una destrucción inimaginable. Lo que ha sido transmitido por la televisión sólo refleja poco de la realidad, la realidad de este tipo de bombas es más severa, más dolorosa, e inimaginable.

Los sirios no están acostumbrados a este tipo de escenas, por algunos árabes estos imágenes hacen parte de su imaginación, y les recuerdan a sus seres queridos que han partido o de una herida sobre la cara de un amigo.

Si estas consecuencias no se detienen sobre los bordes de los memorias para ir más allá del temor de un retorno a este tipo de delitos, como resulto de la creciente criminalidad de los que están detrás de esto, hay que parar sobre el éxito, y el fracaso elevados por los bombardeos de Damasco hoy.

Comenzamos con el éxito, para ofrecer una panorama menos sombría que surge de la sangre y la destrucción que vimos en la televisión.

Las autoridades sirias han tenido éxito en el examen de credibilidad que ha enfrentado desde el primer momento del inicio de la crisis en Siria.

En los últimos meses, las autoridades sirias se enfrentaron a un reto para demostrar la existencia de terroristas que hacen atentados y dirigen los eventos en diferentes regiones, y orientan las cosas hacia la violencia sangrienta, que tiene como objetivo sabotear Siria y no para solicitar reformas.

Con cada explosión  en la capital siria, o en otras ciudades, en particular, en Alepo y en Edleb, la imagen se queda más clara. Hoy en día, y después de las dos explosiones, dirigido contra el jefe de la Misión de las Naciones Unidas en Deraa, y los dos bombardeos sangrientos en Kazaz, la prueba está en las manos de los sabios, o quien sea mártir.

No hay duda de que los terroristas son aquellos que dirigen los eventos en Siria, y que pintan a su destino, y que toda la palabrería sobre la oposición, y las reclamaciones, y la reforma, es simplemente una "decoración", pero en el original no es sólo eso.

Por lo tanto, la batalla en Siria se ha vuelto muy claro, es una batalla entre el pueblo sirio y el liderazgo por un lado, y entre grupos que han tomado ventaja de la movilidad de la gente inocente, que se inició en busca de la reforma deseada y reclamada de todo el mundo, para llegar a una superpotencia guerra global, impuesta contra de Siria, en manos de terroristas, asesinos,  que no tienen ninguna conciencia.

Esto es el éxito, pero el fracaso es su complemento.

El fracaso afecta el proyecto de las fuerzas que están detrás de estos terroristas. Las potencias occidentales y árabes han tratado de explotar el movimiento popular para aprobar sus proyectos destinados a la eliminación de la resistencia de Siria contra los proyectos occidentales, en primer lugar tomaron el camino de la paz, pero esto no ha logrado ni un lado y no llegaron a la mayoría popular por la eliminación del presidente. En este momento, recurrieron a los proyectos militares y la confiscación de tierras para ser transformados en una nueva Bengasi.  Y cuando estos proyectos fracasaron ante la resistencia del pueblo y el liderazgo en Siria, era importante de explosar todo para despegar de venganza, lo que demuestra la desesperación de alcanzar los objetivos.

Aquí se clareció el fracaso claro del terrorismo árabe y occidental.

Las explosiones de hoy y los atentados terroristas anteriores, son el anuncio del fracaso para frustrar el pueblo sirio y el liderazgo, y muestra el tamaño de la avalancha que afectó el proyecto del cambio.

Siria es hoy herida, pero es victoriosa, podemos decir que "Siria está sufriendo… al final del túnel".