Bolivia condena los últimos disturbios violentos en Irán

La embajadora boliviana en Irán, Romina Guadalupe Pérez Ramos, condenó los recientes disturbios en el país, orquestados desde el exterior, y expresó el respaldo de Bolivia a la República Islámica.

“Nuestro gobierno condena los recientes disturbios, llevados a cabo por los británicos y los sionistas estadounidenses, y estamos seguros de que todos los problemas se resolverán con la solidaridad, el conocimiento y la comprensión del querido Líder de Irán (el ayatolá Sayed Ali Jamenei)”, afirmó el domingo la máxima diplomática de Bolivia en Teherán, en referente a los últimos actos de vandalismo tras la muerte de la joven Mahsa Amini.

Pérez, que hizo estas declaraciones en una reunión con el alcalde de Tabriz (la capital de la provincia de Azerbaiyán Oriental), Yaqub Hoshiar, también mostró la unidad del Gobierno boliviano con la República Islámica en su lucha contra el imperialismo.

Pérez consideró su presencia en Tabriz como una muestra del total apoyo de su país a la República Islámica, sugiriendo la posibilidad de crear una casa de amistad entre ambos pueblos y gobiernos.

Además, destacó los puntos en común entre Tabriz y las ciudades bolivianas, abogando por el establecimiento de hermanamiento de estas ciudades, lo que fue acogido cálidamente por el alcalde de Tabriz. Hoshiar aseguró que con esta propuesta se podrían ampliar las relaciones bilaterales en materia cultural.

El funcionario iraní además destacó la visión antimperialista de Bolivia diciendo que es gratificante y es exactamente el mismo mensaje que el fundador de la República Islámica de Irán, el Imam Jomeini (que en paz descanse), presentó hace cincuenta años. Además, dijo que veremos la derrota definitiva del imperialismo y el sionismo durante los próximos 10 años.

“Es muy importante el frente común formado por los pueblos contra el sionismo y el imperialismo occidental. El pensamiento sionista es un pensamiento salvaje y no reconoce ninguna religión, nacionalidad o idioma”, indicó el alcalde iraní.