Internacional
Biden: “Armagedón” ya es una amenaza real, Putin no hace bromas
El presidente de EEUU, Joe Biden, dice que la amenaza de Vladímir Putin de usar armas nucleares es el mayor riesgo desde la crisis de misiles de Cuba en 1962.
“Por primera vez desde la crisis de los misiles de Cuba, tenemos la amenaza de un arma nuclear si las cosas siguen yendo de la manera en que han ido hasta ahora”, puntualizó el jueves el mandatario estadounidense en un evento organizado por el Partido Demócrata en el estado de Nueva York (EEUU).
De esta manera, se refirió a las declaraciones pronunciadas el 21 de septiembre por el presidente ruso, Vladímir Putin, de que su país no dudará en usar todos los medios disponibles, incluidos el arsenal nuclear, para proteger el territorio ruso y disuadir ataques futuros contra la Federación Rusa.
Biden dijo que conoce a Putin “bastante bien” y que no bromea cuando habla de un posible uso de armas tácticas nucleares, biológicas o químicas.
El mandatario estadounidense también aseguró que no existe la probabilidad de hacer uso de un arma nuclear táctica y no acabar en un “Armagedón”.
Así, recordó la perspectiva del “Armagedón” de la época del expresidente J.F Kennedy, que tuvo que lidiar con la crisis de los misiles de Cuba en 1962, cuando Estados Unidos descubrió que el Ejército de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) había instalado supuestamente misiles nucleares de alcance medio en Cuba.
El conflicto entre las dos superpotencias tardó 13 días en octubre de 1962 y colocó el mundo al borde de la tercera guerra mundial con armas nucleares. Sin embargo, las autoridades rusas, estadounidense y cubanas alcanzaron un acuerdo para poner fin a la crisis.
Rusia ha rechazado una y otra vez las acusaciones de Occidente sobre el posible uso de armas nucleares en Ucrania, y señalado que las armas atómicas, para Moscú, son “exclusivamente un medio de disuasión”.
Mientras tanto, desde el Kremlin han hecho hincapié en que usarán tales armas, en el caso de que Rusia sea amenazada por una agresión con armas de destrucción masiva, o con armas convencionales, donde la existencia misma del Estado esté amenazada.
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