Canadá apoya a los alborotadores en Irán con nuevas sanciones que incluye la cadena Press TV

La ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Melanie Joly, anunció este lunes nuevas sanciones a Irán, argumentando la trágica muerte de Mahsa Amini, de 22 años, acaecida el 16 de septiembre en un hospital días después de que fuera detenida por policías.

La cadena iraní Press TV, de habla inglesa, que ha desempeñado un papel fundamental durante las últimas dos semanas al informar sobre los disturbios y sus patrocinadores a través de varias noticias y artículos, está en la lista de sanciones del Gobierno canadiense.

Diferentes ciudades de Irán fueron escenarios de violencia callejera protagonizada por vándalos que se infiltraron en las protestas por la muerte de la joven iraní, cuyo caso aún está bajo investigación, lo que se convirtió en un pretexto para las injerencias de los países occidentales, incluyendo Canadá.

A través de un mensaje emitido en la red social Twitter, Joly ha afirmado que los embargos son una respuesta a “violaciones graves de los derechos humanos”, y ha mencionado en particular la muerte de Amini.

Las nuevas sanciones anunciadas se dirigen a nueve entidades y 25 personas, incluidos altos funcionarios iraníes y miembros del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán.

Los sancionados incluyen al jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, el general de división Mohamad Hosein Baqeri, el comandante en jefe del CGRI de Irán, el general de división Hosein Salami, y comandante de la Fuerza Quds del CGRI, el general de brigada Esmail Qaan, entre otros.

De este modo, Ottawa congela efectivamente cualquier activo que las personas incluidas en la lista puedan tener en Canadá y haciéndolos “inadmisibles en Canadá en virtud de la Ley de Inmigración y Protección de Refugiados”.

A pesar de que las autoridades iraníes enfatizan que se tiene que esperar hasta que se obtengan resultados de las investigaciones detalladas y especializadas sobre la muerte de Amini, los medios occidentales intentan culpar a los agentes del incidente, buscando desatar la ira contra el sistema de la República Islámica de Irán y haciendo todo lo posible para manipular la información hasta realizar montajes de vídeos, en busca de exacerbar a la ciudadanía a salir a las calles, a protestar.