Internacional
Hungría elige un nuevo presidente
El presidente dimitido, Pal Schmitt, perdió su doctorado tras plagiar su tesis
El parlamento húngaro eligió a un nuevo presidente para remplazar al presidente Pal Schmitt quien dimitió a su cargo tras perder su título de doctor por haber plagiado gran parte de su tesis.
János Áder, el único candidato, ha sido elegido por el Parlamento gracias a la mayoría absoluta de su partido, a pesar del rechazo del resto de las formaciones.
Áder, de 52 años, se convirtió en presidente de Hungría con 262 votos a favor y los 40 en contra del partido ultraderechista Jobbik.
Después de prestar juramento ante la Asamblea, Áder afirmó que cumplirá las obligaciones y derechos que emanan del puesto que ocupa, en un discurso conciliador en el que abogó por la búsqueda de soluciones comunes a los problemas del país.
En otro contexto, y respecto a la polémica nueva Constitución que entró en vigor el pasado 1 de enero y que fue criticada tanto por la oposición húngara como por varios de sus socios en Europa, al considerar que limita la democracia, Áder hizo énfasis en que el documento es un "estable y legítimo fundamento de los valores democráticos".
| El parlamento húngaro eligió a un nuevo presidente para remplazar al presidente Pal Schmitt quien dimitió a su cargo tras perder su título de doctor por haber plagiado gran parte de su tesis.
János Áder, el único candidato, ha sido elegido por el Parlamento gracias a la mayoría absoluta de su partido, a pesar del rechazo del resto de las formaciones.
Áder, de 52 años, se convirtió en presidente de Hungría con 262 votos a favor y los 40 en contra del partido ultraderechista Jobbik.
Después de prestar juramento ante la Asamblea, Áder afirmó que cumplirá las obligaciones y derechos que emanan del puesto que ocupa, en un discurso conciliador en el que abogó por la búsqueda de soluciones comunes a los problemas del país.
En otro contexto, y respecto a la polémica nueva Constitución que entró en vigor el pasado 1 de enero y que fue criticada tanto por la oposición húngara como por varios de sus socios en Europa, al considerar que limita la democracia, Áder hizo énfasis en que el documento es un "estable y legítimo fundamento de los valores democráticos".