Según John Brennan, el consejero del presidente Barack Obama, los ataques realizados por Estados Unidos mediante sus aviones teledirigidos para matar a insurrectos en otros países son "legales, éticos y justos". Los defensores de derechos humanos indican que tales confesiones son “terriblemente peligrosas”, ya que EE. UU. considera todo el mundo como campo de batalla.

Durante un discurso sobre la lucha contra el terrorismo, en la proximidad del primer aniversario de la matanza de Osama Ben Laden, confirmó que el programa de aviones teledirigidos que efectúa el Gobierno estadounidense, es “legal, ético, justo y relacionado a la etapa de salvar vidas de los ciudadanos estadounidenses”.

El consejero presidencial dijo que: “No hay nada en la ley internacional que nos prohíba la utilización de la fuerza letal en campos de batalla o el uso de aviones teledirigidos”, agregando que el Fiscal General Eric Holder ya avaló le legitimidad de estos acometas.

Por primera vez, un alto oficial reconoce y detalla la práctica, todavía ocultada, de los ataques con aviones teledirigidos contra Al Qaeda.

Estas confesiones procedentes de la Casa Blanca no van a tardar mucho en recibir una onda de críticas a nivel internacional por parte de los defensores de derechos humanos, que alegan que EE. UU. pretende tener mayor libertad en sus ataques con dichos aviones teledirigidos a supuestos terroristas por todo el mundo, sin obligación de identificar la identidad de los bombardeados.

Hina Shamsi, administradora del plan de seguridad de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) ha indicado que "el programa en sí no es sólo ilegal, sino terriblemente peligroso, debido a que todo el mundo se determina como un campo de batalla".

Los aviones teledirigidos han sido las armas preferidas del Pentágono que los empleó considerablemente en sus operaciones en diferentes países.

Según cálculos, 30% de las víctimas de los ataques con aviones teledirigidos son inocentes.

Fuente: Agencias