Dimite el jefe de la unidad de operaciones especiales del Mossad israelí

Cuatro altos cargos del Mossad han dimitido en menos de un año por desacuerdos con el nuevo director del servicio de inteligencia israelí, revela un informe.

Conforme anunció el domingo el canal 13 israelí, el jefe de la unidad de operaciones especiales del Mossad, que su nombre no ha sido revelado, ha renunciado, convirtiéndose así en el cuarto alto funcionario en dejar su cargo en siete meses desde que David Barnea asumiera la dirigencia de la agencia de espionaje del régimen de Tel Aviv, en reemplazo de Yossi Cohen.

El comandante renunció después de que Barnea supuestamente le dijera que él y otros funcionarios se habían convertido en una “carga para la organización”, agrega el medio, subrayando que el comandante ha sido reemplazado desde entonces.

En particular, prosigue, Barnea quería hacer cambios significativos en el modo del funcionamiento de la unidad encabezada por el militar anónimo debido a las dificultades que entraña el empleo de agentes israelíes en el extranjero, pero el funcionario aclaró que no tenía la intención de aplicar los cambios exigidos, según explica Haaretz.

Como consecuencia, el comandante, su adjunto y varios otros agentes de esta unidad dimitieron de su cargo, agrega el diario israelí.

Los analistas afirman que las nuevas reformas de Barnea han provocado divisiones y una ola de disputas entre los jefes del ente israelí; no obstante, un reciente informe publicado por la cadena libanesa Al Mayadeen subraya que los sucesivos fracasos del servicio de inteligencia israelí en diversos campos son la razón de la dimisión de sus altos funcionarios.

Barnea, quien se unió al Mossad en 1996, se convirtió en subdirector del Mossad en 2019 y finalmente director de esta agencia en 2021. Según varios reportes, el nuevo jefe ha tratado de llevar al Mossad de vuelta a un código de silencio absoluto, amenazando a los agentes actuales y anteriores que hablan con los medios sobre las operaciones del ente.

El año pasado, el director de tecnología, el jefe de operaciones y el jefe de contraterrorismo del Mossad también dejaron su puesto por una supuesta disputa con Barnea, sometiendo a la agencia israelí de espionaje en el caos.