Rusia expulsa a dos diplomáticos alemanes como respuesta simétrica a las acciones de Berlín

La Cancillería rusa informó haber convocado al embajador alemán en Moscú, Geza Andreas von Geyr, para expresarle protesta por la expulsión de dos diplomáticos rusos de Alemania por el caso del georgiano Zelimjan Jangoshvili.

“Se le notificó al embajador de Alemania que dos empleados diplomáticos de la embajada de Alemania en Rusia se declaran personas no gratas como respuesta simétrica a la decisión poco amistosa del Gobierno de Alemania”, dice el texto.

El ministerio rechazó las acusaciones “infundadas y alejadas de la realidad” sobre la presunta implicación de estructuras estatales rusas en el asesinato de Jangoshvili, y las calificó de “políticamente motivadas”.

Advirtió también que el país seguirá reaccionando de manera adecuada y proporcional a todas las acciones antirrusas por parte de Berlín.

Por su parte, el Ministerio de Exteriores de Alemania declaró que la decisión de las autoridades rusas de expulsar a dos diplomáticos alemanes en respuesta a la medida similar adoptada por Berlín es injustificada.

“La medida no era inesperada, pero desde el punto de vista del Gobierno federal es completamente injustificada”, dice el comunicado del organismo.

La cartera de Exteriores alemana recordó que la decisión de Berlín de expulsar a los diplomáticos rusos el pasado 15 de diciembre se basó en la sentencia judicial germana de que el asesinato en Tiergarten había sido ordenado por las autoridades rusas.

Jangoshvili, de 40 años, fue asesinado de un tiro en la cabeza en el parque berlinés de Tiergarten, en agosto de 2019.

Según la investigación alemana, el ruso Vadim Sokolov (Krásikov) fue, supuestamente, encargado por los organismos gubernamentales rusos para abatir a Jangoshvili.

El 15 de diciembre, el Tribunal Superior de Justicia de Berlín dictó cadena perpetua para Sokolov, como lo había pedido la Fiscalía General alemana. El mismo día, Alemania declaró personas no gratas a dos diplomáticos de la embajada rusa en Berlín por el caso de Jangoshvili.