Tres exagentes de EEUU admiten haber espiado para los Emiratos Árabes Unidos

Según informó el martes la agencia británica de noticias Reuters, tres exagentes de Inteligencia de Estados Unidos que trabajaron como espías cibernéticos para los Emiratos Árabes Unidos (EAU) confesaron el martes haber violado las leyes de piratería informática del país norteamericano y las prohibiciones de vender tecnología militar sensible.

Los acusados, llamados Marc Baier, Ryan Adams y Daniel Gericke, formaban parte de una unidad clandestina llamada Proyecto Raven, que ayudó al país árabe para espiar a sus enemigos. El equipo de este proyecto, por petición de los EAU, pirateó las cuentas de activistas de derechos humanos, periodistas, así como gobiernos rivales de este país.

Al respecto, una investigación de Reuters encontró que el Proyecto Raven espió a numerosos activistas de derechos humanos, algunos de los cuales fueron torturados más tarde por las fuerzas de seguridad de los Emiratos Árabes Unidos.

De acuerdo con documentos judiciales publicados en un tribunal federal de EEUU en Washington D.C., la capital estadounidense, estos tres exfuncionarios admitieron haber pirateado redes informáticas en EEUU y proporcionado herramientas sofisticadas de intrusión cibernética, sin obtener el permiso requerido del Gobierno norteamericano.

Además, confesaron haber usado un sofisticado arma cibernética llamada “Karma”, un sistema de recopilación de inteligencia, que permitió a los EAU piratear iPhones de Apple sin requerir hacer clic en enlaces maliciosos, según documentos judiciales.

Asimismo, Reuters declaró que, como parte del acuerdo con las autoridades federales para evitar el enjuiciamiento, los tres exfuncionarios norteamericanos acordaron pagar un total de 1,69 millones de dólares y, además, nunca más buscar una autorización de seguridad de Washington, un requisito para trabajos que implican acceso a secretos de seguridad nacional.

Al respecto, el fiscal general adjunto interino Mark J. Lesko, de la División de Seguridad Nacional del Departamento de Justicia de EEUU, sostuvo, en un comunicado, que “los piratas informáticos contratados y aquellos que apoyan tales actividades en violación de la ley estadounidense deben esperar ser procesados por su conducta criminal”.

En 2019, el diario británico informó por primera vez sobre el Proyecto Raven y la participación de exagentes de Inteligencia de EEUU en la venta de herramientas de espionaje avanzadas con poca supervisión o rendición de cuentas.