Internacional
Un tribunal israelí condena a una joven palestina a 30 meses de prisión por supuestos vínculos con Hezbolá
El tribunal de distrito de Al-Quds, gestionado por el régimen de ocupación israelí, acusó el domingo a la joven Yasmin Yaber de reunirse con algunos miembros del Movimiento de Resistencia Islámica de Líbano (Hezbolá) durante sus viajes a Líbano y Turquía entre 2015 y 2018 y mantener vínculos estrechos con el movimiento a través de las redes sociales. La familia Yaber emitió un comunicado negando los alegatos.
La condena entrará en vigor a partir del próximo 4 de agosto. Sobre esta fémina también pesa un año de libertad condicional y una multa de 5000 shekel (unos 1500 dólares).
Yasmin que trabajaba en una biblioteca israelí en el campus de la universidad hebrea, fue arrestada en agosto de 2020 en su casa en la ocupada ciudad de Al-Quds y fue sometida a un largo interrogatorio por miembros del servicio de seguridad general de servicio de espionaje israelí (Shabak). Su abogado comentó que la interrogaban 20 horas al día durante varias semanas seguidas, tiempo en el cual se le negó representación jurídica.
Actualmente, la joven se encuentra detenida en prisión israelí de Damon, en el norte de los territorios ocupados, donde permanecen la mayoría de las mujeres palestinas.
Los palestinos se enfrentan a una brutal represión, mientras las leyes del régimen de ocupación impulsan esa violencia. Según cifras ofrecidas por el Centro de Estudios de los Prisioneros Palestinos (PPCS), más de 7000 palestinos están retenidos contra su voluntad en las cárceles israelíes, entre ellos 180 menores de edad, 43 mujeres y 700 enfermos, la mayoría de las cuales padecen condiciones preexistentes.
Entretanto, varias organizaciones defensoras de los derechos humanos han denunciado los malos tratos a los prisioneros palestinos y han alertado del peligroso aumento de los crímenes del régimen israelí contra los reclusos palestinos, en especial los menores de edad y las mujeres. No obstante, no se ha producido ningún cambio en la política israelí y los encarcelados siguen sufriendo malas condiciones y torturas.
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