Diputados británicos: Bahréin tortura a disidentes en Academia Policial

Parlamentarios del Reino Unido han pedido a la Universidad de Huddersfield que cancele un curso que dicta en el mismo sitio que Bahréin tortura a opositores.

Al menos 40 parlamentarios de todos los partidos políticos del Reino Unido han firmado esta semana una carta, en la que instan a Huddersfield a cerrar su curso de maestría que imparte en sede de la Real Academia de Policía de Bahréin, tras acusaciones de que se torturan a disidentes políticos en este mismo edificio, según el diario británico The Guardian.

Los diputados, en su carta dirigida al vicerector de Huddersfield, Bob Cryan, advierten que la universidad está en riesgo de “implicación indirecta en el abuso de los derechos humanos” al ejecutar la maestría en ciencias de la seguridad en la sede que alberga a oficiales bahreiníes.

En este sentido, el Instituto para los Derechos y la Democracia de Bahréin (BIRD) ha recogido testimonios de 13 personas arrestadas por la policía bahreiní, en los que aseguran haber sido torturadas e incluso sometidas a violaciones en dicha academia.

“La academia no es un lugar de aprendizaje. Es un lugar de tortura y violación de los derechos humanos. El Gobierno del Reino Unido debe imponer restricciones a la formación universitaria en ese lugar”, informa The Guardian, citando a uno de los opositores políticos torturados y que pidió permanecer en anonimato.

Informes elaborados por organizaciones proderechos, como BIRD, confirman los métodos de represión, tortura, abuso, intimidación y trato inhumano que utilizan las autoridades bahreiníes contra los presos. También reiteran que el régimen bahreiní incumple las mínimas normas de trato con los presos e ignora las denuncias de estos y sus familias sobre las condiciones injustas en las que se hallan.

El pequeño país del Golfo Pérsico ha sido testigo de manifestaciones de protesta contra el régimen de Manama durante los últimos diez años. La principal demanda ha sido el derrocamiento de los Al Jalifa y el establecimiento de un sistema justo y concluyente que represente a todos los ciudadanos.

Sin embargo, las autoridades gobernantes, ignorando los llamados de la población, continúan su dura represión y persecución contra activistas de derechos humanos y disidentes políticos.