Internacional
Ausencia de consenso y falta de experiencia
Túnez – Rawaa Kassem
La escena política tunecina se dedicó en los dos últimos días a evaluar la actuación del gobierno dirigido por el movimiento “Al-Nahda”, después de 100 días de la toma del poder. Las reacciones de los políticos oscilan entre criticar los muchos errores que han surgido durante la última etapa, y defender la actuación del gobierno, considerando que era capaz de conducir el país en un periodo de transición muy sensible. El sitio "Alintiqad", exploró las opiniones de algunos personajes políticos en Túnez y volvió con estas evaluaciones:
Generalizaciones y fluctuaciones
El líder del Partido “Al-Majd”, Abdul-Wahab Hani, piensa que el desempeño del gobierno se caracterizó por fluctuaciones en la última etapa, a pesar del sincero deseo de su presidente, Hamadi Jabalí en la adopción de un programa claro, y dijo, "este desempeño se caracterizó por la generalización, es decir que el programa del gobierno estaba muy generalizado, no era práctico. Hani insiste en que hay confusión en el desempeño del gobierno y una gran falta de solidaridad y de coordinación de posiciones entre los ministros. Explica diciendo: "Si tomamos el expediente del trabajo, nos encontraremos con un gran contraste entre las declaraciones del asesor económico del Gobierno y el ministro de Trabajo; el primero habla de proporcionar alrededor de 100 mil puestos de trabajo, mientras que el Ministro habla de unos 20 mil puestos de trabajo. "Así tenemos una contradicción clara en las declaraciones."
Ausencia de consenso
El Hani confirma que la función del gobierno se marcó también por la ausencia del entendimiento en los expedientes sensibles, ya que no tuvo éxito en calmar las relaciones con la clase política y sus interlocutores sociales a través de la construcción de un estado de armonía, esencial para el éxito de la transición democrática, que es la condición destacada por el gobierno.
El Hani Considera que los nombramientos del gobierno en las funciones públicas, el nombramiento de los gobernantes, se hicieron sin ningún tipo de consulta, según las declaraciones de los miembros del bloque, y la asamblea, ha habido falta de consultas con los interlocutores sociales del gobierno y esto es lo que sumió al país en un estado de conflicto y división, sobre todo cuando algunos ministros y asesores del Primer Ministro acusaron a la oposición de planear una conspiración, lo que e considerado un prejuicio sin precedente e inmoral contra la oposición, y esto nos trae a la memoria los recuerdos de la tiranía en tiempos de Ben Ali.
Hani habla de las razones de esta confusión y dice: "Creo que los errores son causados por la falta de experiencia y la mala elección a los ministros que fueron designados en sus funciones, de acuerdo con la lógica de la recompensa y las cuotas y no sobre la base de la capacidad de gestión administrativa y la construcción de las bases del diálogo; las competencias las tienen algunos y carecen de ellas otros. El gobierno ha querido practicar una política de compromiso pero con personas en conflicto, y esto no es bueno.
El fenómeno de los salafistas
Hani señala también que el gobierno ha demostrado su falta de experiencia política en el tratamiento de los expedientes sensibles y especialmente el expediente de la violencia y el aumento del fenómeno salafista. El gobierno no fue consciente de la gravedad de este fenómeno. La demora a la hora de tomar decisiones alcanzó tal grado de no detener al profanador de la bandera y la concesión de permiso a dos manifestaciones en contraposición al mismo tiempo, de fuerzas modernistas y salafistas. Estos expedientes requieren la aplicación de la ley a todos por igual, sin excepción.
Hay una cierta dejadez, parece que el gobierno esta pensando en las próximas elecciones, y quiere mantener el balance electoral que le permitiría presentarse de nuevo; es como si fuera prisionero de las próximas elecciones. Esto es un gran error que llevó a hacer declaraciones populares, y convierte la desaceleración en complicidad en el tratamiento del fenómeno de la violencia salafista, en consideración que el terreno del movimiento salafista forma parte de la base electoral del movimiento “Al-Nahda”.
El presidente del partido “Al-Majed” confirma que la orientación del gobierno, dominado por el movimiento “Al-Nahda”, es utilizar la Sharia como fuente de legislación de la Constitución, y el gran debate que acompaña a esto entre la opinión pública en Túnez, la posición no fue deliberada, sino arbitraria, y sumió al país en un ciclo de debates que duraron tres meses y estableció la división en la sociedad. Y también, invitar a los personajes extranjeros, o aquellos que son acusados de llamar a la violencia, como Wagdy Ghoneim, no era un gesto oportuno, sobre todo que las posiciones de este último contribuyeron a la aumentación de la carga y la profundización de la división en la sociedad. Esta división continúa en un momento en que el país necesita desesperadamente unificar sus filas. El gobierno debe evitar la división en el futuro y nosotros, como partes y socios debemos ser conscientes de la particularidad del periodo de fundación. Lo que se necesita es reforma y evitar cualquier cosa que pueda dividir la sociedad tunecina.
En cuanto al plan económico, creo que el rendimiento del gobierno de Al-Jabalí posee algunos aspectos positivos como la preocupación por atraer inversiones y hacer consulta nacional para especificar las prioridades de desarrollo. Porque la identificación de las prioridades imparte de la base y no de la cima. Pero la ausencia de estabilidad y la desaceleración en el tratamiento del fenómeno de la violencia han llevado a un tipo de temor de parte de los inversionistas en el país y el extranjero.
Falta de experiencia
Munther Thabet, el vicepresidente del Liberalismo Internacional y el ex secretario general del partido de la liberación social, llama la atención sobre las dificultades que surgieron durante la fase de consulta relacionada con la formación de este gobierno, y dice: "la vacilación de los partes del gobierno surgió en el ejercicio de los poderes del gobierno en el momento de una fase de transición preciso y para el cual el título más importante es la democracia que llevó al movimiento “Al-Nahda” a la autoridad, sin poseer la disposición real para el ejercicio de su poder. Y confirma que “la poca experiencia en la gestión de los asuntos del Estado incluye todos los elementos del triángulo del poder”. Considerando que “el Gobierno de Al-Jabalí se encontró frente a una legitimidad electoral que tiene muchos expedientes nacionales, el primer ministro mira con un ojo las novedades y las ventajas de estos expedientes y del otro ojo el desafío electoral que viene”.
Y continúa diciendo: "Nadie está en desacuerdo con que el verdadero reto que contempla el actual gobierno es la economía, y garantizar un clima adecuado para la inversión, en particular el mínimo de huelgas al azar y sentadas caóticas, e infringir flagrantemente la ley".
En cuanto a la confusión que se llevó a cabo entre el gobierno y la Unión General de Trabajadores Tunecinos, Thabet ve que va en el mismo contexto. Cuando el gobierno acusó a los principales sindicatos de desempeñar abiertamente un papel político y la oposición se beneficia de este papel, y la búsqueda frenética para derrocar al gobierno en la aplicación de un programa política de izquierda. La escalada ha llegado a su apogeo cuando algunos sectores llamaron al movimiento “Al-Nahda” a poner la Unión General de Trabajadores Tunecinos en la tumba política que ha establecido para la revolución, que incluía el antiguo partido gobernante. El gobierno parece moverse en su sitio, pero encarar de manera con los movimientos de los grupos salafistas ha sido registrado por partes de los derechos humanos y políticos como un doble estándar y dando prioridad a las consideraciones del parentesco ideológico, al deber de hacer cumplir la seguridad y el respeto a la ley.
También Thabet señala que la acusación del Sr. Lutfi Zaytoun a algunos partidos de la oposición de haber presentado informes a algunas embajadas, para aconsejarlas de no apoyar al gobierno liderado por “Al-Nahda” que puede colapsar muy pronto, lo que estaba visto por la oposición como una acusación barata similar a las acusaciones del sistema de Ben Alí, que dirigía a sus opositores y activistas de derechos humanos.
Creciente preocupación
Por su parte, el activista de los derechos humanos y el político Majid Al-Barhoume considera que los resultados de 100 días de funcionamiento del gobierno eran negativos, especialmente en la política exterior, y dice: "En las relaciones con la UE, que es el principal socio económico de Túnez, a través de las declaraciones oficiales, tanto el Secretario de Estado o el Presidente Marzouki o el primer ministro Al-Jabalí, está claro que hay un deseo de continuar con el primer enfoque, es decir, considerar Europa como un socio comercial y vecino Mediterráneo con el cual se necesita fortalecer las relaciones.
En realidad, el gobierno no puede actuar de esta manera porque hay hechos geográficos e históricos. Pero desafortunadamente el gobierno de Al-Jabalí no tuvo éxito en la eliminación de la fobia del Islam político entre los europeos porque pasa por alto las prácticas extremas del corriente salafista, como lo demuestra la falta del flujo de las inversiones europeas, así como las turistas de la orilla norte del Mediterráneo. Europa todavía parece un poco preocupada de los islamistas en Túnez, a diferencia de los Estados Unidos, sus principal aliado".
El expediente sirio
En cuanto al expediente sirio, Al- Barhoumi confirma que existe una considerable confusión que ha surgido en la diplomacia de Túnez que no logró ganarse la confianza de la oposición, así como el sistema y ha perdida las dos partes. El expulso del embajador sirio, fue una decisión apresurada a través la cual perdió la amistad de superpotencias influyentes sobre los planes regional e internacional, como Rusia, China, e Irán, los efectos de esta decisión se reflejarán a corto plazo. El gobierno se mostró reacio en la conferencia de los "Amigos de Siria" y sus posiciones eran diferentes de las posiciones de los países del Golfo que sigue, y también recibió el descontento de la oposición siria. Y mantuvo sus posiciones, ni con éstos ni con aquéllos. Fue útil ganar las partes y tener como objetivo contribuir a la reconciliación entre ellos y desempeñar el papel de mediador del bien y de la paz".
Por su parte, el líder del Partido “Al-Majd”, Hani Abd al-Wahhab, opina que el expediente de las Relaciones Exteriores, se caracteriza por contradictoria y esto se representa por la decisión de expulsar al embajador de Siria que realidad no estaba allí, hasta el anuncio de Marzouqi para aceptar al presidente al-Assad, en calidad de refugiado.
Someterse a la voluntad de Qatar
Barhoumi muestra la relación del gobierno con los Estados del Golfo, diciendo: "nuestro gobierno no dudó en destacar sus ambiciones en las inversiones de los Estados del Golfo, estas ambiciones le han hecho renunciar a la reclamación de la extradición de Ben Ali y su hermano Sakhr Materi, y otros refugiados en estos países. Estas ambiciones también han provocado la ironía de la prensa saudita hacia Túnez. Existe una postración exagerada ante los países del Golfo, especialmente respecto a Arabia Saudita y Qatar, la abolición del gobierno de la visa para la entrada de los saudíes a Túnez, sin que Arabia Saudita tome una decisión semejante representa un insulto al pueblo tunecino y el abandono del principio de reciprocidad utilizado en las relaciones internacionales.
Concluye diciendo: "la codicia en los fondos de los demás y someterse a la voluntad de Qatar, son los titulares más importantes de la labor diplomática de Túnez durante los últimos cien días".
| La escena política tunecina se dedicó en los dos últimos días a evaluar la actuación del gobierno dirigido por el movimiento “Al-Nahda”, después de 100 días de la toma del poder. Las reacciones de los políticos oscilan entre criticar los muchos errores que han surgido durante la última etapa, y defender la actuación del gobierno, considerando que era capaz de conducir el país en un periodo de transición muy sensible. El sitio "Alintiqad", exploró las opiniones de algunos personajes políticos en Túnez y volvió con estas evaluaciones:
Generalizaciones y fluctuaciones
El líder del Partido “Al-Majd”, Abdul-Wahab Hani, piensa que el desempeño del gobierno se caracterizó por fluctuaciones en la última etapa, a pesar del sincero deseo de su presidente, Hamadi Jabalí en la adopción de un programa claro, y dijo, "este desempeño se caracterizó por la generalización, es decir que el programa del gobierno estaba muy generalizado, no era práctico. Hani insiste en que hay confusión en el desempeño del gobierno y una gran falta de solidaridad y de coordinación de posiciones entre los ministros. Explica diciendo: "Si tomamos el expediente del trabajo, nos encontraremos con un gran contraste entre las declaraciones del asesor económico del Gobierno y el ministro de Trabajo; el primero habla de proporcionar alrededor de 100 mil puestos de trabajo, mientras que el Ministro habla de unos 20 mil puestos de trabajo. "Así tenemos una contradicción clara en las declaraciones."
Ausencia de consenso
El Hani confirma que la función del gobierno se marcó también por la ausencia del entendimiento en los expedientes sensibles, ya que no tuvo éxito en calmar las relaciones con la clase política y sus interlocutores sociales a través de la construcción de un estado de armonía, esencial para el éxito de la transición democrática, que es la condición destacada por el gobierno.
El Hani Considera que los nombramientos del gobierno en las funciones públicas, el nombramiento de los gobernantes, se hicieron sin ningún tipo de consulta, según las declaraciones de los miembros del bloque, y la asamblea, ha habido falta de consultas con los interlocutores sociales del gobierno y esto es lo que sumió al país en un estado de conflicto y división, sobre todo cuando algunos ministros y asesores del Primer Ministro acusaron a la oposición de planear una conspiración, lo que e considerado un prejuicio sin precedente e inmoral contra la oposición, y esto nos trae a la memoria los recuerdos de la tiranía en tiempos de Ben Ali.
Hani habla de las razones de esta confusión y dice: "Creo que los errores son causados por la falta de experiencia y la mala elección a los ministros que fueron designados en sus funciones, de acuerdo con la lógica de la recompensa y las cuotas y no sobre la base de la capacidad de gestión administrativa y la construcción de las bases del diálogo; las competencias las tienen algunos y carecen de ellas otros. El gobierno ha querido practicar una política de compromiso pero con personas en conflicto, y esto no es bueno.
El fenómeno de los salafistas
Hani señala también que el gobierno ha demostrado su falta de experiencia política en el tratamiento de los expedientes sensibles y especialmente el expediente de la violencia y el aumento del fenómeno salafista. El gobierno no fue consciente de la gravedad de este fenómeno. La demora a la hora de tomar decisiones alcanzó tal grado de no detener al profanador de la bandera y la concesión de permiso a dos manifestaciones en contraposición al mismo tiempo, de fuerzas modernistas y salafistas. Estos expedientes requieren la aplicación de la ley a todos por igual, sin excepción.
Hay una cierta dejadez, parece que el gobierno esta pensando en las próximas elecciones, y quiere mantener el balance electoral que le permitiría presentarse de nuevo; es como si fuera prisionero de las próximas elecciones. Esto es un gran error que llevó a hacer declaraciones populares, y convierte la desaceleración en complicidad en el tratamiento del fenómeno de la violencia salafista, en consideración que el terreno del movimiento salafista forma parte de la base electoral del movimiento “Al-Nahda”.
El presidente del partido “Al-Majed” confirma que la orientación del gobierno, dominado por el movimiento “Al-Nahda”, es utilizar la Sharia como fuente de legislación de la Constitución, y el gran debate que acompaña a esto entre la opinión pública en Túnez, la posición no fue deliberada, sino arbitraria, y sumió al país en un ciclo de debates que duraron tres meses y estableció la división en la sociedad. Y también, invitar a los personajes extranjeros, o aquellos que son acusados de llamar a la violencia, como Wagdy Ghoneim, no era un gesto oportuno, sobre todo que las posiciones de este último contribuyeron a la aumentación de la carga y la profundización de la división en la sociedad. Esta división continúa en un momento en que el país necesita desesperadamente unificar sus filas. El gobierno debe evitar la división en el futuro y nosotros, como partes y socios debemos ser conscientes de la particularidad del periodo de fundación. Lo que se necesita es reforma y evitar cualquier cosa que pueda dividir la sociedad tunecina.
En cuanto al plan económico, creo que el rendimiento del gobierno de Al-Jabalí posee algunos aspectos positivos como la preocupación por atraer inversiones y hacer consulta nacional para especificar las prioridades de desarrollo. Porque la identificación de las prioridades imparte de la base y no de la cima. Pero la ausencia de estabilidad y la desaceleración en el tratamiento del fenómeno de la violencia han llevado a un tipo de temor de parte de los inversionistas en el país y el extranjero.
Falta de experiencia
Munther Thabet, el vicepresidente del Liberalismo Internacional y el ex secretario general del partido de la liberación social, llama la atención sobre las dificultades que surgieron durante la fase de consulta relacionada con la formación de este gobierno, y dice: "la vacilación de los partes del gobierno surgió en el ejercicio de los poderes del gobierno en el momento de una fase de transición preciso y para el cual el título más importante es la democracia que llevó al movimiento “Al-Nahda” a la autoridad, sin poseer la disposición real para el ejercicio de su poder. Y confirma que “la poca experiencia en la gestión de los asuntos del Estado incluye todos los elementos del triángulo del poder”. Considerando que “el Gobierno de Al-Jabalí se encontró frente a una legitimidad electoral que tiene muchos expedientes nacionales, el primer ministro mira con un ojo las novedades y las ventajas de estos expedientes y del otro ojo el desafío electoral que viene”.
Y continúa diciendo: "Nadie está en desacuerdo con que el verdadero reto que contempla el actual gobierno es la economía, y garantizar un clima adecuado para la inversión, en particular el mínimo de huelgas al azar y sentadas caóticas, e infringir flagrantemente la ley".
En cuanto a la confusión que se llevó a cabo entre el gobierno y la Unión General de Trabajadores Tunecinos, Thabet ve que va en el mismo contexto. Cuando el gobierno acusó a los principales sindicatos de desempeñar abiertamente un papel político y la oposición se beneficia de este papel, y la búsqueda frenética para derrocar al gobierno en la aplicación de un programa política de izquierda. La escalada ha llegado a su apogeo cuando algunos sectores llamaron al movimiento “Al-Nahda” a poner la Unión General de Trabajadores Tunecinos en la tumba política que ha establecido para la revolución, que incluía el antiguo partido gobernante. El gobierno parece moverse en su sitio, pero encarar de manera con los movimientos de los grupos salafistas ha sido registrado por partes de los derechos humanos y políticos como un doble estándar y dando prioridad a las consideraciones del parentesco ideológico, al deber de hacer cumplir la seguridad y el respeto a la ley.
También Thabet señala que la acusación del Sr. Lutfi Zaytoun a algunos partidos de la oposición de haber presentado informes a algunas embajadas, para aconsejarlas de no apoyar al gobierno liderado por “Al-Nahda” que puede colapsar muy pronto, lo que estaba visto por la oposición como una acusación barata similar a las acusaciones del sistema de Ben Alí, que dirigía a sus opositores y activistas de derechos humanos.
Creciente preocupación
Por su parte, el activista de los derechos humanos y el político Majid Al-Barhoume considera que los resultados de 100 días de funcionamiento del gobierno eran negativos, especialmente en la política exterior, y dice: "En las relaciones con la UE, que es el principal socio económico de Túnez, a través de las declaraciones oficiales, tanto el Secretario de Estado o el Presidente Marzouki o el primer ministro Al-Jabalí, está claro que hay un deseo de continuar con el primer enfoque, es decir, considerar Europa como un socio comercial y vecino Mediterráneo con el cual se necesita fortalecer las relaciones.
En realidad, el gobierno no puede actuar de esta manera porque hay hechos geográficos e históricos. Pero desafortunadamente el gobierno de Al-Jabalí no tuvo éxito en la eliminación de la fobia del Islam político entre los europeos porque pasa por alto las prácticas extremas del corriente salafista, como lo demuestra la falta del flujo de las inversiones europeas, así como las turistas de la orilla norte del Mediterráneo. Europa todavía parece un poco preocupada de los islamistas en Túnez, a diferencia de los Estados Unidos, sus principal aliado".
El expediente sirio
En cuanto al expediente sirio, Al- Barhoumi confirma que existe una considerable confusión que ha surgido en la diplomacia de Túnez que no logró ganarse la confianza de la oposición, así como el sistema y ha perdida las dos partes. El expulso del embajador sirio, fue una decisión apresurada a través la cual perdió la amistad de superpotencias influyentes sobre los planes regional e internacional, como Rusia, China, e Irán, los efectos de esta decisión se reflejarán a corto plazo. El gobierno se mostró reacio en la conferencia de los "Amigos de Siria" y sus posiciones eran diferentes de las posiciones de los países del Golfo que sigue, y también recibió el descontento de la oposición siria. Y mantuvo sus posiciones, ni con éstos ni con aquéllos. Fue útil ganar las partes y tener como objetivo contribuir a la reconciliación entre ellos y desempeñar el papel de mediador del bien y de la paz".
Por su parte, el líder del Partido “Al-Majd”, Hani Abd al-Wahhab, opina que el expediente de las Relaciones Exteriores, se caracteriza por contradictoria y esto se representa por la decisión de expulsar al embajador de Siria que realidad no estaba allí, hasta el anuncio de Marzouqi para aceptar al presidente al-Assad, en calidad de refugiado.
Someterse a la voluntad de Qatar
Barhoumi muestra la relación del gobierno con los Estados del Golfo, diciendo: "nuestro gobierno no dudó en destacar sus ambiciones en las inversiones de los Estados del Golfo, estas ambiciones le han hecho renunciar a la reclamación de la extradición de Ben Ali y su hermano Sakhr Materi, y otros refugiados en estos países. Estas ambiciones también han provocado la ironía de la prensa saudita hacia Túnez. Existe una postración exagerada ante los países del Golfo, especialmente respecto a Arabia Saudita y Qatar, la abolición del gobierno de la visa para la entrada de los saudíes a Túnez, sin que Arabia Saudita tome una decisión semejante representa un insulto al pueblo tunecino y el abandono del principio de reciprocidad utilizado en las relaciones internacionales.
Concluye diciendo: "la codicia en los fondos de los demás y someterse a la voluntad de Qatar, son los titulares más importantes de la labor diplomática de Túnez durante los últimos cien días".