¿Qué dicen los expertos?

En esta línea, indican algunos expertos que las ondas de radio FM y AM son inofensivas en comparación con los canales de televisión VHF (de 30 a 300 Mega hertzios) y UHF (más de 300MHz), asimismo con los repetidores y receptores de señal de telefonía móvil que alcanzan los 900MHz y que es un nivel altísimo y son ondas que capaces de traspasar los tejidos vivos y que podrían dañar el ADN y debilitar el sistema inmunológico lo que, en conjunto, conduciría al cáncer.

Los expertos apuntan que las compañías y los países abonan lo que se conoce como” pagas de leche” a los empleados que trabajan en estos sectores como resultado de estar expuestos continuamente a las radiaciones en las estaciones de repetición de señal, en los radares o en cosas semejantes… ya que la leche es capaz de disminuir el nivel de toxinas en el cuerpo humano. Esto es lo que aplica la compañía área de oriente medio “ Midle East” en el aeropuerto de Beirut, pues abona a todo quien trabaje en el sector de mantenimiento de los aviones y en los radares lo que equivale a 300.000 liras (200$) por “pagas de leche”.

He aquí la pregunta clave ¿Qué sería si los teléfonos móviles, estos aparatitos que ya forman una parte inseparable de nuestra vida diaria, fuesen unas bombas de relojería capaces de provocar numerosas enfermedades por usarlos a largo plazo?

Los peligros de los teléfonos móviles sobre la salud del ser humano:

El perito de telecomunicaciones, el decano Dr. Mohamad Atwi, en una conversación con Alintiqad, consideró que la proliferación de las antenas de repetición de señal relativas a la telefonía móvil, en las zonas urbanas provoca un alarma social importante por lo que se rumorea de su relación directa con las leucemias, el cáncer, la pérdida de memoria, la infertilidad o por su gran influencia nociva sobre el ADN el cual, a su vez, influye en las células reproductivas testiculares que producen la “testosterona” , y también podría conducir a la vejez prematura o a la inflamación del nervio auditivo o influir en el corazón y los vasos sanguíneos, los riñones y los órganos reproductivos.

En esta línea, apuntó Atwi que el debate sigue en pie y las informaciones son contrapuestas en los medios científicos y médicos internacionales sobre la influencia de las radiaciones de los teléfonos móviles y de las torres de repetición de señal y el alcance de esa influencia sobre la salud e integridad física del ser humano, especialmente que algunas de estas torres se instalan en las azoteas de las viviendas y en medio de zonas muy pobladas.

Añadió Atwi, “para saber, en un principio, si existe o no peligro por usar los teléfonos móviles o los repetidores de señal, deberíamos comprender muy bien el significado de lo que es “el espectro electromagnético” para indagar en la peligrosidad o no de las frecuencias de este espectro, que son frecuencias de unas señales que se miden por Hertzios y que oscilan entre unos hertzios y cientos de miles de ellos (mega hertzios)” indicando que estas frecuencias se dividen en varios grupos que comienzan en las frecuencias muy cortas (Fmc) como lo son las frecuencias de voz o de sonido que no tienen ningún efecto nocivo sobre la salud del hombre, seguido por las frecuencias cortas o moduladas (FM) pasando por las frecuencias altas (FA) y las muy altas (Fama) y llegando por último a las súper altas (FSA) después de las cuales viene las frecuencias de los rayos infrarrojas, los ultravioletas, los rayos X y los rayos gama .

El decano Mohamad Atwi señaló que algunas de estas frecuencias están en el ámbito de las armas de destrucción masiva como las armas nucleares con efectos destructivos térmicos y radiactivos como los rayos X, gama y alfa, los cuales tienen efectos destructivos confirmados sobre las células y tejidos vivos. Además se debe apuntar que algunas de las frecuencias del espectro electromagnético se han usado en el campo de la medicina como las frecuencias de los rayos laser con resultados muy positivos en la cura de muchos casos patológicos. Mientras en el caso de las frecuencias cortas como las de radio y teléfono por cable y las frecuencias de onda corta o larga o las de la navegación marina, no tienen ningún efecto nocivo sobre la salud del hombre.

Continuó Atwi diciendo “sin embargo, en lo que se refiere a las ondas de frecuencia muy alta que no tienen que ver con la corriente eléctrica sino con los aparatos celulares para las comunicaciones móviles cuyas frecuencias están del orden de los 900MHz, los científicos y los médicos se han dividido entre los que apoyan la teoría de la nocividad de estas radiaciones sobre las células y tejidos humanos y la salud del hombre y los que niegan tajantemente estanocividad”.

Y prosiguió “se conoce científicamente que estas radiaciones traspasan algunos cuerpos como los edificios y las barreras naturales y artificiales para llegar a los aparatos receptores, he aquí llega la pregunta importante; ¿tienen estas radiaciones, que se usan en las telecomunicaciones celulares, efectos nocivos sobre la salud del hombre, especialmente cuando se conoce que tienen la capacidad de traspasar los tejidos vivos del cuerpo humano al igual que las radiaciones beneficiosas como el rayo laser o las nocivas como las radiaciones nucleares?”.

En este contexto señala Atwi que los científicos han discrepado sobre este asunto pero ”lo más factible científicamente, es que estas señales que emanan de los aparatos y las antenas de repetición de alta actividad, no tengan efecto nocivo sobre el cuerpo humano ya que hasta el momento, no se ha registrado ningún caso cancerígeno o daños corporales por el uso de aparatos y equipos de emisión de estas señales, especialmente que todas las empresas y compañías de telecomunicaciones se atienen a todas las leyes y medidas locales e internacionales en la configuración y realización de las redes. Aunque Atwi aconseja no usar estos aparatos celulares con frecuencia y de forma prolongada.

Consejos profilácticos para evitar los efectos nocivos de los celulares sobre la salud:

Recomienda Atwi, a nivel del uso personal de un celular, que no se use en las llamadas de larga duración, sabiendo previamente que su capacidad de emisión es muy baja y que no supera la mili vatio. Además se sugiere a la hora de hablar por el celular alejarlo unos centímetros del oído y usar auriculares con un cable de al menos 20 centímetros especialmente para las personas que usan estos aparatos de forma prolongada durante el día como los empleados de las centrales telefónicas, las empresa y las compañías. En lo relativo a las antenas de repetición y ampliación de señal de alta capacidad se recomienda separarlas con varios tabiques de materia aislante o que se instalen en zonas alejadas de los centros urbanos habitados a pesar de que no se ha confirmado al cien por cien la existencia o no de peligro de estas frecuencias sobre el cuerpo humano o sobre las urbanizaciones.



Por último, aconseja el decano Atwi que, por precaución y no necesariamente, a los usuarios de teléfonos móviles evitar llevar a estos aparatos pegados a su cuerpo en especial cerca del corazón, y acortar el tiempo de la llamada en lo posible a menos de dos minutos y no hablar más de diez veces al día, y que se desconecte el aparato cuando no se quiere recibir llamadas y sobre todo a la hora de dormir y alejar el aparato 2 centímetros del oído al usarlo o usar los auriculares de forma permanente, evitar usarlo los cardiópatas, los hipertensos, los epilépticos, los inmune deficientes y los sicópatas que reciben quimioterapia. También alejarlo del oído mientras suena y evitar usarlo los menores de edad y los ancianos.  Asimismo, se prohíbe a las embarazadas las llamadas largas y repetidas o colocar el celular cerca del útero. Insiste el Dr. Atwi también en la necesidad de desconectar los celulares en los hospitales por su influencia sobre los aparatos médicos como los aparatos auditivos y los cardiológicos y en no utilizarlos mientras se conduce y usar los auriculares. Además se debe desconectar en los aviones ya que algunos sistemas de los aviones son interferidos por las ondas del teléfono celular. Tampoco usarlos en las estaciones de servicio y no arrojar la batería usada en el contenedor de la basura ya que es contaminante para el medio ambiente por el mercurio que contiene y que podría ser absorbido por las células cutáneas del cuerpo humano.

Además, recomienda usar los satélites para las conexiones celulares en lugar de utilizar las antenas terrestres, y prohibir el acercamiento a menos de seis metros de las antenas en las azoteas de los edificios por ser esta distancia la más segura o el margen de seguridad y colocar barreras y señales sobre las azoteas para impedir el acercamiento de los habitantes a la zona prohibida de la antena.

Ali Oubani

Fotografia: Issam Kobaissi