Internacional
Golpe de estado en Mali
Los soldados rebeldes de Mali aparecieron el jueves en la televisión estatal para declarar que se tomaron el poder en protesta por el fracaso del Gobierno en controlar una revuelta encabezada por nómades en el norte del país africano.
El golpe de Estado fue llevado a cabo por soldados con rangos máximos de capitán y, de ser exitoso, podría elevar la inestabilidad en la región del Sahara que lucha contra insurgentes vinculados a Al Qaeda y con el flujo de armadas traficadas desde Libia tras la caída de Moammar Gadafi.
Durante semanas el Ejército había estado pidiendo al Gobierno armas para combatir una rebelión de grupos tuareg en el norte, ahora impulsada por aliados fuertemente armados de otras etnias que lucharon a favor de Gadafi el año pasado pero que regresaron a Mali.
Miembros del recientemente formado Comité Nacional para el Retorno de la Democracia y la Restauración del Estado declararon un comunicado luego de una redada en el palacio presidencial de la capital Bamako durante la madrugada.
"El CNRDR (...) ha decidido asumir sus responsabilidades al terminar con el régimen incompetente de Amadou Toumani Toure", dijo el teniente Amadou Konare, portavoz de la comisión.
"Prometemos entregar el poder a un presidente electo democráticamente tan pronto como el país se encuentre reunificado y su integridad ya no se vea amenazada", afirmó Konare, rodeado por alrededor de dos decenas de soldados, en una transmisión caracterizada por problemas de sonido.
Una declaración posterior del capitán Amadou Sanogo, descrito como presidente del CNRDR, declaró un toque de queda inmediato "hasta nuevo aviso".
Fuentes militares y del Gobierno dijeron a Reuters que los soldados amotinados ingresaron al palacio presidencial durante la madrugada luego de que el recinto fuera abandonado por Toure y su séquito.
Se desconoce el actual paradero de Toure, un ex líder golpista de 63 años que debía dejar el poder tras unas elecciones previstas para abril.
Su Gobierno de una década ha sido en su mayoría estable en la región, pero la nación productora de algodón y oro ha tenido problemas para contener la rebelión en el norte que ha dejado decenas de muertos y casi 200.000 civiles desplazados.
La revuelta tuareg se suma a una serie de secuestros de occidentales llevados a cabo por aliados de Al Qaeda que se han establecido en el remoto norte de Mali.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, hizo un llamado a la calma y pidió que las diferencias en el país se resolvieran democráticamente en un comunicado emitido horas antes de que los soldados declararan el golpe.
| El golpe de Estado fue llevado a cabo por soldados con rangos máximos de capitán y, de ser exitoso, podría elevar la inestabilidad en la región del Sahara que lucha contra insurgentes vinculados a Al Qaeda y con el flujo de armadas traficadas desde Libia tras la caída de Moammar Gadafi.
Durante semanas el Ejército había estado pidiendo al Gobierno armas para combatir una rebelión de grupos tuareg en el norte, ahora impulsada por aliados fuertemente armados de otras etnias que lucharon a favor de Gadafi el año pasado pero que regresaron a Mali.
Miembros del recientemente formado Comité Nacional para el Retorno de la Democracia y la Restauración del Estado declararon un comunicado luego de una redada en el palacio presidencial de la capital Bamako durante la madrugada.
"El CNRDR (...) ha decidido asumir sus responsabilidades al terminar con el régimen incompetente de Amadou Toumani Toure", dijo el teniente Amadou Konare, portavoz de la comisión.
"Prometemos entregar el poder a un presidente electo democráticamente tan pronto como el país se encuentre reunificado y su integridad ya no se vea amenazada", afirmó Konare, rodeado por alrededor de dos decenas de soldados, en una transmisión caracterizada por problemas de sonido.
Una declaración posterior del capitán Amadou Sanogo, descrito como presidente del CNRDR, declaró un toque de queda inmediato "hasta nuevo aviso".
Fuentes militares y del Gobierno dijeron a Reuters que los soldados amotinados ingresaron al palacio presidencial durante la madrugada luego de que el recinto fuera abandonado por Toure y su séquito.
Se desconoce el actual paradero de Toure, un ex líder golpista de 63 años que debía dejar el poder tras unas elecciones previstas para abril.
Su Gobierno de una década ha sido en su mayoría estable en la región, pero la nación productora de algodón y oro ha tenido problemas para contener la rebelión en el norte que ha dejado decenas de muertos y casi 200.000 civiles desplazados.
La revuelta tuareg se suma a una serie de secuestros de occidentales llevados a cabo por aliados de Al Qaeda que se han establecido en el remoto norte de Mali.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, hizo un llamado a la calma y pidió que las diferencias en el país se resolvieran democráticamente en un comunicado emitido horas antes de que los soldados declararan el golpe.