Decenas de miles de manifestantes se volcaron a las principales calles de la Ciudad de México este jueves para acompañar a los padres de los estudiantes desaparecidos el 26 de septiembre en el estado sureño de Guerrero, y a la par de exigir justicia reclamaron la actuación del presidente y su gobierno.

En la capital, dos agentes resultaron heridos y 15 jóvenes fueron detenidos tras un enfrentamiento entre el cuerpo antidisturbios de la policía y un grupo de 200 jóvenes en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional.

Después de las protestas acaecidas en el aeropuerto, un grupo de manifestantes encapuchados se enfrentaron a la policía en el Zócalo de Ciudad de México, la plaza principal del país, tras finalizar una jornada pacífica de protesta.


Parapetados con escudos, los agentes antidisturbios trataron de evitar el avance de los manifestantes hacia el Palacio Nacional y luego cargaron y lanzaron gases lacrimógenos contra decenas de manifestantes que lanzaron objetos e intentaron golpearlos con palos.

La tarde del jueves llegaron a la capital al menos 100 autobuses con personas de Guerrero, especialmente de Iguala, quienes participarán en las marchas en el centro de la ciudad.

Entre las protestas, un grupo de estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) tapió hoy de forma simbólica con cemento y ladrillos la puerta principal de la Secretaría de Educación Pública mexicana.

También se realizaron protestas en varios estados del país. En Guerrero los maestros que caminaron por la Autopista del Sol concluyeron su protesta frente al edificio del Congreso en Chilpancingo, la capital del estado.