Unos mil policías y elementos de la Guardia Nacional se preparaban ayer para responder a las eventuales protestas por la decisión de un gran jurado en el caso de la muerte del afroestadunidense Michael Brown, a manos de un policía blanco.

El gobernador del estado de Missouri, Jay Nixon, señaló en rueda de prensa que el gran jurado podría decidir la suerte del policía Darren Wilson a mediados o finales del mes.

“La violencia no será tolerada”, dijo en rueda de prensa en alusión a las protestas callejeras que se desataron con motivo del asesinato de Brown, ocurrido en agosto pasado, en Fergurson, y que incluyeron el saqueo de comercios locales.


Escenas de confrontaciones entre un grupo de manifestantes y elementos de la policía y de la Guardia Nacional disparando gases lacrimógenos desde vehículos blindados, se prolongaron durante varias semanas en Ferguson.

Activistas de derechos civiles deploraron en su momento lo que calificaron como la “militarización” de la respuesta de la policía local, integrada en su mayoría por oficiales anglosajones, pese a que la mayoría de los residentes son afroestadunidenses.

Michael Brown, de 18 años, fue ultimado por media docena de disparos del arma del policía Darren Wilson. En versiones filtradas a amigos, el policía justificó su reacción bajo el argumento de que iba a ser embestido por el joven.

Sin embargo, varios testigos presenciales dijeron a la prensa que el adolescente se encontraba inmóvil y con las manos en alto cuando recibió los disparos.