Internacional
Rick Santorum tropieza en Puerto Rico
Seas un Estado o no, la gente debería hablar inglés, y punto
El candidato republicano Rick Santorum afirmó que Puerto Rico debía cumplir una condición antes de convertirse en nuevo Estado norteamericano: establecer el inglés como idioma principal.
El candidato había declarado al periódico El Nuevo Día que el inglés es determinante para desarrollar la economía de Puerto Rico. "Eso no quiere decir que la gente no pueda hablar español en sus casas, o en sus negocios, o en la calle, pero todos deberían dominar el inglés".
"Es algo esencial para ser americano, y punto", afirmó Santorum. "Seas un Estado o no, la gente debería hablar inglés. Y el inglés debería ser el idioma común entre todos los norteamericanos. Punto. Entendemos que las personas de otras culturas hablan otros idiomas, pero tenemos un idioma común y yo me refería a eso".
El exsenador y aspirante republicano acababa de tropezar así con un asunto especialmente sensible en lugares como Puerto Rico y también en aquellos Estados con una importante comunidad hispana, como Florida, California o Texas, y en un momento en el que su partido no puede arriesgarse a perder ni un voto más por parte del electorado hispano.
Apenas 24 horas después, el candidato se vio obligado a matizar sus palabras: "Nunca dije que aquí se deba hablar inglés únicamente. Ni siquiera lo sugerí. Lo que yo afirmé es que el inglés debe hablarse como cualquier otro idioma, por supuesto que van a hablar español, este sería un país bilingüe". Y añadió, en defensa propia, que los medios de comunicación habían tergiversado sus palabras: "Sugerir eso de manera maliciosa, que alguien escribiera que yo dije eso con mala intención, es verdaderamente desafortunado".
El delegado puertorriqueño, Oreste Ramos, en declaraciones al diario El Vocero, afirmó que retiraba su apoyo al candidato por los comentarios sobre el idioma.
Puerto Rico pasó a ser territorio norteamericano en 1898 y desde entonces sus casi cuatro millones de residentes pueden votar en las elecciones primarias de uno y otro partido, aunque no en las elecciones presidenciales de EE UU y tampoco deben pagar impuestos federales. Los ciudadanos de la isla decidirán el 6 de noviembre de este año, coincidiendo con las elecciones presidenciales, si quieren ser un Estado de pleno derecho o no.