Internacional
El secretario general de la ONU visita Gaza
Ban Ki-moon observa de cerca la devastación causada por “Israel”
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, entró hoy en Gaza por vez primera en dos años donde observó con sus propios ojos la magnitud de la devastación causada por la ocupación israelí.
El diplomático atravesó el paso fronterizo de Eretz, que separa Palestina ocupada de Gaza, en un convoy de la ONU, y se dirigió hacia la zona norte de la Franja, una de las más castigadas.
Una vez allí visitó algunas áreas arrasada antes de dirigirse a la sede del Gobierno de reconciliación nacional palestino, donde transmitió a sus miembros su solidaridad y el apoyo de la comunidad internacional.
"Estamos a vuestro lado", dijo Ban, quien confirmó que el primer envío con materias primas y herramientas para la reconstrucción llegará hoy misma a la Franja, y que lo salarios de los funcionarios serán pagados a fin de mes.
Ban también visitó el barrio de Shoyaihe, en el este de Gaza, arrasado por el Ejército israelí, donde prometió a sus habitantes que las casas serían reconstruidas.
El diplomático surcoreano se desplazó a una escuela de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en el campo de refugiados de Yabalaya, que fue alcanzada por proyectiles israelíes durante los cincuenta días que duró este verano la masacre israelí contra la población de Gaza.
Al menos 17 palestinos perdieron la vida este verano en un ataque israelí contra una escuela de la UNRWA en la que habían buscado protección cientos de civiles desplazados de sus casas por los bombardeos en la localidad de Beit Hanun, en el norte de Gaza.
En un primer lugar, “Israel” aseguró que la escuela estaba vacía, después aseguró que desde su interior se dispararon cohetes y por último admitió que fue desde un lugar cercano.
Más de 2.100 personas, un 75 % de ellos civiles palestinos, murieron y más de 11.000 resultaron heridos este verano durante los cincuenta días de bombardeos continuos que duró la última ofensiva militar israelí en Gaza.
Además, cerca de 7.000 edificios y viviendas fueron reducidos a escombros y más de 100.000 personas perdieron su hogar en una Franja empobrecida, bajo bloqueo económico y asedio militar israelí desde 2007, en la que viven encerrados cerca de dos millones de personas.