El procurador General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, informó este jueves del hallazgo de cuatro nuevas fosas clandestinas en la localidad de Iguala, en el estado mexicano de Guerrero, en las que se teme que puedan estar los cuerpos de algunos de los 43 estudiantes desaparecidos el pasado 26 de septiembre.

La desaparición de los normalistas de la Escuela Rural de Ayotzinapa se produjo tras una serie de enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, durante una manifestación en la que hubo además seis muertos y 17 heridos. Hasta el momento se han exhumado 28 cuerpos de otra fosa común hallada días antes, aunque aún no han podido ser identificados.


Asimismo, Murillo informó de que el pasado miércoles fueron capturados otros cuatro civiles -lo que hacen un total de 34 detenidos hasta la fecha, la mayoría de ellos policías municipales- por su presunta participación en los ataques ocurridos en Iguala y añade que fueron ellos quienes revelaron la ubicación de las nuevas fosas.

Acerca de la identificación de los cuerpos que se encontraban en las primeras cinco fosas, el procurador recordó que los cuerpos fueron calcinados, por lo que avanza que el proceso para corroborar su identidad será "difícil y más lenta".

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, instó este mismo jueves a los servicios de seguridad a acelerar las investigaciones sobre la desaparición de 43 estudiantes en Iguala, ya que considera que se trata de "un acto de barbarie".