El ministro de Exteriores sirio, Walid al Mualem, afirmó  ante la Asamblea General de la ONU que Siria aprueba cualquier acción internacional contra el terrorismo, con la condición de que respete la seguridad de la población civil y la soberanía nacional.

Al Mualem reiteró que Siria ya advirtió en otras ocasiones del peligro del terrorismo del que está siendo víctima Siria, y que “el monstruo de ese terrorismo”, que sólo conoce la mentalidad del odio y la decapitación, no se detendrá en las fronteras de Siria.

“Todos estamos viendo lo que hace Daesh, la organización más peligrosa en el mundo, la más salvaje y mejor financiada, estamos presenciando como actúa contra los sirios e iraquíes, de todas las sectas y religiones. Daesh viola las mujeres, las toman como concubinas y las venden, cortan cabezas y enseñan a los menores como asesinar y degollar, además de destruir los símbolos, tanto cristianos como islámicos, de la cultura y la historia”, dijo Al Mualem.

El jefe de la diplomacia siria subrayó que ya era el momento que todos estemos unidos contra la peligrosa extensión de la mentalidad terrorista takfirí, y reconocer que la organización Daesh y sus colegas, como el Frente al-Nusra y otros tentáculos de Al Qaeda, podrían extender sus operaciones a Europa y América.


Al Mualem consideró que la resolución adoptada por el Consejo de Seguridad de la ONU a mediados de agosto (15-08-2014) para combatir contra Daesh, “ha sido demasiado tarde”, aunque “más vale tarde que nunca”, y criticó que desde entonces no se hayan hecho "movimientos serios" para aplicarla. "No se puede combatir el terrorismo con resoluciones sin aplicar. Las intenciones no tienen cabida aquí", denunció.

También cuestionó el compromiso de "países que se han unido a la coalición". En este sentido, indicó que varios países "apoyan a grupos terroristas" mediante la entrega de armas, el entrenamiento o la financiación.

Asimismo, recriminó a Estados Unidos su "doble rasero" por liderar, por una parte, la lucha contra el terrorismo y, por otra, enviar dinero y armas a los grupos de la oposición siria que considera "moderados". Esta colaboración supone, señaló Al Mualem, un caldo de cultivo "para el incremento de la violencia y el terrorismo" en la zona.

Al Mualem insistió en el compromiso de Damasco con la resolución del conflicto, aunque al igual que en otras ocasiones ha cuestionado la legitimidad de la oposición para sentarse a negociar.

En este sentido, dijo que el Gobierno está "listo" para lograr una "solución política", si bien matizó que negociará con "todos los miembros honorables de la oposición". Al Mualem apuntó que la principal coalición opositora "no negocia en nombre de los sirios", sino que "sigue las órdenes de sus dueños occidentales" y reclamó "una oposición que tenga un impacto en el territorio sirio y profundas raíces dentro del país, no en hoteles y capitales occidentales".

"La solución de la crisis debería ser siria y tener lugar dentro del territorio sirio" subrayó. Sin embargo, el régimen parece descartar cualquier avance a corto plazo: "No podemos comenzar ninguna solución política mientras el terrorismo siga sin control en Siria".