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Internacional

El” Estado de Barkah” en el umbral de Egipto

El” Estado de Barkah” en el umbral de Egipto

“Lo más grandioso que aprendí del régimen del presidente Mubarak es cómo se derrota  un país sin entrar en una guerra y cómo se disuelve una sociedad sin haberse muerto”.
El difunto escritor egipcio: Jalal Amer


Enhorabuena para los árabes por su neonato que se asoma desde el útero del nuevo oriente medio ;  el” Estado de Barkah”, al que antecedió a la vida La República del Sur de Sudan y después “ la movilización de Yemen del Sur  en preparación para su secesión… y así van pasando las cuentas del rosario.

Lo destacado del nuevo evento es que tiene efecto bisagra geográficamente hablando, ya que se desembocaría rápidamente en división de las tres regiones libias, y desde allí hasta todo el norte de África por el efecto dómino que conlleva y que va abriendo su camino con mucha facilidad en unas sociedades tribales, cómo pues si la represión y la tiranía condujeran a debilitar  la sensación de pertenencia al Estado que es el gran agrupador de este mosaico social!

Sin duda, el país más influenciado será Egipto con la confluencia de dos factores; la creciente lealtad tribal en los medios relativamente poco desarrollados, y el factor geográfico, pues la extensión este hacia Egipto de la región de Barkah la determina una demografía con el mismo tejido social tribal en ambos lados de la frontera.

Son las mismas tribus, con lazos de sangre, que se distribuyen entre Barkah en Libia, y el lado egipcio de las cuales las más destacadas son: Los Hijos de Ali en la región de Al Buhaira, la tribu de Al Awama en la región de Matrouh, las dos tribus de Almanfah y Al Ajanah en Borj Al Arab, las tribus del oasis de Siyooh, las tribus de Al Kotan en Sidi Barani en la frontera libia, la tribu de Al Jawabis,  Al Fawayed, Al  Harabi, Al Remah, Al Forjan, Al Jawazi…. Y otras, se extienden hasta las dos regiones de Al Manya y Asyout, estas y otras que no hemos mencionado vienen a formar un gran número que alcanza los trece millones de individuos según estimaciones casi seguras.

Esta realidad le ha abierto el apetito a Gadafi para soñar con la ampliación de soberanía, algo que había comenzado a intentar efectivamente aprovechándose de la pobreza de estas tribus y la debilidad de la autoridad central egipcia, intentando jugar un papel paternal con estas tribus achacando sus penurias a las autoridades egipcias. Gadafi consiguió ser bien recibido y con aclamaciones de estas tribus como si parte de su séquito fueran, izándole las banderas verdes y celebrándole fiestas de recibimiento, a su vez, Gadafi, les trataba como fuesen un depósito libio en Egipto y, como ejemplo de ello, recopilamos lo que dijo en un discurso que lanzó en un concierto a su honor en “ Ameriya” en la región de Al Eskandariya en julio de 2008 donde dijo ; “ todas estas zonas en las que nos encontramos ahora mismo hacen parecer que estemos en “ La montaña verde” o en Sert o en Zolaiten o en Mesrata o Tarhona o en la montaña occidental, ya que no sientes que estás en otro lugar o que detrás de ti existen fronteras….este es el mismo pueblo que se extiende desde El Nilo hasta Nofousa……” y no hasta las montañas de Oral o Al Atlas en Marruecos..!! esta concreción no es inocente!!. Mientras en lo referente a la cuestión de “ el depósito” que indicamos antes, aparece en estas líneas de su discurso: “ he dirigido varias notas o consejos a estas tribus con que me he encontrado para que aprecien su estancia aquí en la tierra de Al Canana y para que aprecien el acogimiento de Egipto a estas tribus”.

Claro que en aquellos tiempos, nadie de la autoridad egipcia se preocupaba por estas insinuaciones poco inocentes o se paraba a pensar en ello, algo que si han hecho varios observadores en su día ligando este “fenómeno gadafista” con la inclinación de este hacia Occidente y también con los planes de Occidente para dividir la zona. No dejó de hacerlo pensar la descarada declaración de Bush “hijo el día que mencionó la intención de dividir Arabia Saudita en cinco estados o cuando en su momento de euforia de vencedor después de ocupar Irak cuando indicó que Egipto sería “el gran premio”…. para quién sería este “premio”? y cómo? Esto no necesita esfuerzo, el gran premio sería para el niño mimado “Israel” dividiendo Egipto y transformándolo en una estructura no cohesionada algo que garantizaría a Israel cien años de vida, por lo menos.

Gadafi recogió la señal y escogió el camino más corto con la intención de matar dos pájaros de un solo tiro, conseguir la amistad de Israel como una vía para la satisfacción de occidente y garantizar su permanencia en el poder y a posteriori dejarlo en herencia. Esto de una parte, y de otra, jugar un papel en la desintegración de Egipto al igual que hizo en Sudan apoyando al movimiento secesionista del sur de Sudan. “Un pago a cuenta” para un premio de consolación de la gran “tarta egipcia” sería la parte occidental de Egipto que se extiende desde El Salloum hasta la región de Al Buhairah y hasta los oasis al sur. Esta es la vía de entrada israelí que el hijo mayor de Gadafi “ Saif el Islam” adoptó de forma abierta y que, según luego confirmaron  las informaciones, conllevo la visita del jefe del Mossad a Bab El Azizia la sede de Gadafi. Algo que nos permite pensar que Gadafi pretendía ser el delegado de EEUU en el norte de África al igual que lo es ahora mismo Qatar que tiene esta misión de forma exclusiva y amplia con una competencia saudí para retirarle algunos privilegios a Qatar concedidos por EEUU.

Sin duda, y en un principio, los norteamericanos tenían interés en conservar a Gadafi y más que a ellos, interesaba a Israel, prueba a ello son todas las ayudas que le prestaron al principio de la revolución posibilitándole recuperar las riendas de la situación y concentrar a los revolucionarios en Bengazi que estuvo a punto de caer en su día. Antecedió a eso ciertas promesas a Occidente de revisar todos los contratos petroleros lo que hizo que los rusos no estuvieran a favor de la intervención en Libia.

Sin embargo, Occidente y después del baño de sangre, consideró a Gadafi como un cartucho quemado en el interior contagiado por la fiebre revolucionaria tunecina y egipcia además de no tener interés en acompañar a Gadafi en sus anhelos de ampliar el territorio libio. En este contexto, convirtieron las victorias de Gadafi sobre los revolucionarios en una herramienta para extorsionar a estos, para así, y una vez contenidos, Occidente le da la espalda al propio Gadafi apostando por conseguir Libia entero aprovechándose de las diferencias tribales y étnicas existentes y cuyo ejemplo más claro es la separación de la región de Barkah.

Gadafi intentó utilizar la inteligencia con Occidente para conseguir dos pájaros de un tiro, para acabar siendo cazado por Occidente y con Gadafi, Occidente cazó tres pájaros más, el petróleo de Libia sin control, la división de Libia, y cercar a Egipto con pequeños estadillos divididos que servirían de plataformas para atacar a Egipto con este mismo “viento amarillo” porque Egipto es “el gran premio” porque es el pilar de la nación árabe y sin Egipto no hay fuerza árabe.

A su vez los egipcios, tienen sus diferencias y sus disputas, aun entre los del mismo lado, ya sean las fuerzas nacionalistas o las islamistas. Y especialmente estas últimas, tienen que tomar nota y aprender la lección de lo ocurrido con Gadafi en sus maniobras con los norteamericanos. Todo esto conduce a difuminar la sensación de peligro a la cual se dispone la movilización, aún en su nivel ínfimo: la defensa directa por mera reacción. Esto es inexistente al nivel oficial con el (Consejo de Inoperancia Militar).Y lo más peligroso es que sus dimensiones a nivel popular no son claras. Y lo más peligroso que el mismo peligro es subestimar el peligro, como lo es bagaje histórico de los egipcios que les proporciona una desmesurada e irreal confianza de poder dar la vuelta a la balanza en una eventual batalla que, los grandes han preparado muy bien y desde hace tiempo.

De otra parte, aparece un fenómeno inusual y que es el comportamiento de esta” masa histórica” que fabricó la revolución del 25 de enero, y lo inusual en ello radica en su incapacidad de continuar, en el más bajo nivel, con este proyecto que la aunó, al igual que hicieron las masas históricas que fabricaron las grandes revoluciones sin haber sido homogéneas, pero si fueron capaces de cristalizar  “el interés coyuntural común” según la expresión usada por Mohamad Abed Al Jaberi. Así era el caso con las revoluciones francesa, la americana, la rusa y la iraní.

¿No merece la cuestión de “la perduración de Egipto” por sí sola, ser “un interés coyuntural común”?, nosotros aquí estamos hablando de un país legendario con más de setenta siglos de existencia.

Loay Tawfiq Hasan: Líbano

| 15/03/2012