Tras la nueva escalada de tensión entre Occidente y Rusia por la crisis de Ucrania, Vladimir Putin se mostró más desafiante que nunca. "Es mejor no meterse con nosotros", advirtió el presidente a los gobiernos extranjeros, luego de explicar que las fuerzas armadas rusas, respaldadas por su arsenal nuclear, están preparadas para repeler cualquier agresión.

En un campamento para jóvenes en las afueras de Moscú, Putin comparó el movimiento de Kiev para recuperar el control del este del país en manos de rebeldes prorrusos con la invasión nazi a la Unión Soviética, en la Segunda Guerra Mundial.

El mandatario agregó que los continuos enfrentamientos en el este de Ucrania son el resultado de la negativa de Kiev a negociar, y dijo que la anexión de Crimea a Rusia en marzo fue esencial para salvar a una población mayormente rusohablante de la violencia del gobierno ucraniano.

En abierto desafío a Rusia, el gobierno ucraniano anunció que buscará su ingreso a la OTAN y la protección militar que eso le garantizaría de parte de Estados Unidos y los otros 27 miembros de la alianza atlántica.