Las facciones de resistencia palestina y la entidad sionista invasora llegaron a un acuerdo de “alto el fuego permanente” tras 51 días de combates, que entró en vigor la noche del martes,

Nada más conocerse la noticia, los palestinos de Gaza se lanzaron a la calle celebrando “su victoria”, mientras los israelíes se hundieron en la amargura de la derrota y en el laberinto de “a quién cargar la responsabilidad de la derrota”.

El acuerdo alcanzado en El Cairo prevé, además de un alto el fuego ampliado, la apertura de los pasos fronterizos para la entrada de material de construcción. Asimismo, también se incrementará la zona de pesca de la Franja.


Asimismo, “Israel” se habría comprometido a cesar los asesinatos selectivos contra los responsables de Hamas y de otras facciones de la resistencia palestina. Igualmente, está prevista la apertura de una nueva ronda de conversaciones dentro de un mes para discutir las cuestiones sin resolver.

El secretario general del movimiento palestino Yihad Islámica, Ramadan Shalah, atribuyó al bando palestino "la victoria a nivel militar, económico y político" en el conflicto.

El bloqueo económico y el asedio militar que estrangula a Gaza fue impuesto en el 2007 por la ocupación israelí. Sus negativos efectos se intensificaron después de que, hace un año, Egipto destruyó los túneles de contrabando y selló el paso de Rafah, única conexión de Gaza con el mundo.