La Franja de Gaza, devastada por los ataques israelíes, vivió ayer otra jornada de pesadilla, marcada por las matanzas ocurridas en un mercado y en un centro de refugiados de la ONU, que generaron el repudio de Naciones Unidas por "una clara violación al derecho internacional" que "requiere justicia". Al mismo tiempo, varios países latinoamericanos llamaron a sus embajadores para criticar la muerte de centenares de civiles.


Las condenas aumentaron tras el fuerte ataque que tuvo lugar antes del alba contra una escuela de la ONU para la ayuda a los refugiados palestinos (Unrwa) en Yabaliya, donde 3.000 personas que abandonaron sus hogares a causa de los combates creían estar a salvo. Al menos 16 personas murieron. En total, un centenar de palestinos murió ayer en los ataques.

El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, consideró "injustificable el ataque israelñi contra la escuela (de la Unrwa) de Yabaliya", afirmando que "las responsabilidades deben ser determinadas y aplicarse justicia".