noscript

Internacional

La mayor parte de lo que hace la NSA no tiene nada que ver con terrorismo

La mayor parte de lo que hace la NSA no tiene nada que ver con terrorismo

Entrevista con el periodista de confianza de Edward Snowden

Por Ramiro Pellet Lastra - LA NACION


Glenn Greenwald es un hombre marcado. Cualquier movimiento suyo enciende las luces rojas en los monitores del espionaje de Estados Unidos. Quieren saber qué sabe y qué no sabe. Porque sabe mucho. Sobre todo desde que se convirtió en el periodista de confianza de Edward Snowden para filtrar miles de documentos de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), el monstruo de las escuchas electrónicas.

En diálogo telefónico con la nacion, Greenwald, que acaba de publicar el libro Snowden. Sin lugar donde esconderse, advirtió que no será fácil demoler una estructura diseñada para "eliminar la privacidad en la era digital" y que no deja de crecer con el correr de los años.

La mayor parte de lo que hace la NSA no tiene nada que ver con terrorismo

-¿Aumentó el espionaje electrónico durante la era Obama?

-Definitivamente. Ahora hay mucha más vigilancia. Obama mantuvo y reforzó muchos de los programas del gobierno de Bush que decía que iba a cerrar. El gobierno usa más aviones no tripulados para matar gente en cualquier lugar del mundo de los que se usaron con Bush, sigue teniendo detenidos en Guantánamo sin cargos judiciales, es más hermético y sin dudas espía de manera más agresiva.

-¿Cómo justifican la vigilancia?

-Alegan que la razón para el espionaje es tratar de localizar terroristas, y que, si hay gente que conspira contra Estados Unidos, ellos están capacitados para saberlo. Pero la realidad es que cuanta más información reúnen más difícil se les hace entender lo que pasa. Si escuchan las comunicaciones de todo el mundo es muy difícil encontrar quién está conspirando, por ejemplo, contra la maratón de Boston [donde estallaron dos explosivos en abril de 2013].

-¿No saben procesar los datos que recopilan?

-La razón por la que el gobierno falló en anticipar el 11 de Septiembre no fue por falta de información. Al contrario, tenían tanta que no sabían lo que tenían. La respuesta después de los atentados fue salir a recoger más información, lo que hace aún más difícil localizar a los terroristas, pero hace más fácil entrar en todo tipo de abusos.

-Se sabe que la NSA espió a empresas y gobiernos extranjeros. ¿No debía ocuparse exclusivamente del terrorismo?

-En realidad, la mayor parte de lo que hace no tiene nada que ver con el terrorismo. Es para sacar ventajas económicas, para el poder diplomático o en general para que Estados Unidos sepa lo que está haciendo todo el resto del mundo. Espiaron en conferencias económicas latinoamericanas para saber lo que los otros países estaban negociando y así lograr mejores acuerdos. Obviamente, eso no tiene nada que ver con el terrorismo. El propósito de la NSA no es otro que recopilar todas las formas de comunicación que se dan en Internet o que se dan por teléfono, lo que es otra manera de decir que pretenden eliminar la privacidad en la era digital.

-¿La gente tomó conciencia del peligro de la vigilancia total?

-La razón por la que los informes tuvieron un impacto tan grande en todo el mundo es porque todos entendemos el valor de la privacidad. Todos entendemos que es muy importante tener un lugar donde experimentar, donde decir y hacer cosas sin que nadie nos mire, sin estar bajo la mirada de los otros. Es una necesidad básica.

La mayor parte de lo que hace la NSA no tiene nada que ver con terrorismo

-Muchos gobiernos se sorprendieron al saber que los estaban vigilando, como si dijeran: "¿Y a mí por qué me espían?"

-Algunos países trabajan con Estados Unidos en casi todo lo que hace, espían en conjunto: Gran Bretaña, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Hay un segundo grupo en el que Estados Unidos espía en colaboración con sus agencias, pero de manera específica. A esos países los mira más como blancos de vigilancia que como socios. Y un tercer grupo son los países con los que nunca colabora, sino que los espía. Eso incluye a Brasil, la Argentina y otros países de América latina.

-¿Nos espían mucho?

-Hay documentos en los archivos de los que aún no hemos hecho informes, todavía los estamos trabajando para publicar. Snowden ya entregó todos los documentos que tenía a los periodistas. Pero nosotros sí tenemos muchos archivos y definitivamente tenemos más informes para hacer.

-¿Sigue al habla con Snowden?

-Nos encontramos en Moscú y lo vi realmente muy bien. Está libre para participar del debate que él ayudó a disparar en todo el mundo. Da entrevistas, discursos, hace presentaciones, y eso es muy gratificante para él. Y aún más importante, puede irse a dormir todas las noches sabiendo que tomó acciones decisivas en defensa de sus convicciones.

-Para cerrar con un ejemplo, ¿cuántos agentes cree que escucharon esta conversación?

-No sé? supongo que muchos. Cuando se tienen decenas de miles de documentos confidenciales que cualquier gobierno quisiera obtener, por supuesto es de esperar que estén vigilando. Trato de no pensar demasiado en eso. Tomo precauciones en mis comunicaciones, pero es parte de la tarea de informar.

Glenn Greenwald

Profesión: abogado y periodista
Edad: 47 años
Origen: Estados Unidos
Se convirtió en el periodista de más confianza del ex "topo" Edward Snowden para filtrar miles de documentos de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA)
Antes de ser periodista trabajó como abogado especializado en derechos civiles y constitucionales
El mes pasado, publicó el libro Snowden. Sin un lugar donde esconderse

(Lanacion.com)

| 12/07/2014