Decenas de miles de familias han salido durante la jornada del martes de la localidad yemení de Amran huyendo de los enfrentamientos entre los rebeldes huzís y el Ejército, que se han saldado con la toma de la ciudad por parte de los primeros, según ha informado la Media Luna Roja.

Los combatientes huzís de Ansarula tomaron este martes el control de la ciudad de Amran, al norte de Saná, tras unos combates contra las fuerzas del gobierno. "Amran está ahora bajo control" de Ansarula, afirmaron fuentes militares.

La caída de Amran. ubicada a unos 50 kilómetros al norte de la capital, Saná, representa un duro golpe para el Gobierno del presidente yemení Abdo Rabbu Mansour Hadi.


Los militantes huzis, que toman el nombre de la tribu de su líder, han informado de que su lucha es contra los leales al partido Islah, y han asegurado que no tienen intención de atacar la capital del país.

Los huzís han protagonizado varios levantamientos armados en los últimos diez años en un intento por lograr una mayor autonomía en las zonas que controlan en el norte del país, cerca de la frontera con Arabia Saudí.

Autoridades locales y testigos de la batalla aseguran que los huzís han tomado la ciudad después de duros enfrentamientos que sólo este martes han dejado 100 muertos y 150 heridos, sumándose estas cifras a las de jornadas anteriores que habían dejado más de 100 muertos.


Amran ha sido, desde hace tiempo, la fortaleza de la tribu Bani al Ahmar, una de las más poderosas del país. Miembros de esta tribu ocupan grandes puestos en el clan suní del país y también en el partido Islah, además de puestos claves tanto en el Ejercito como el Gobierno del país. Hadi anunció hace poco que Amran era una línea roja y que no admitiría que cayese en manos de los huzís.