El primer ministro de la entidad sionista, Benjamín Netanyahu, afirmó este martes por la mañana que es el momento de "quitarse los guantes contra Hamás". "Ha elegido provocar una escalada y pagará el precio", amenazó, según el periódico israelí “The Jerusalem Post”.

La situación tanto en Gaza como en Cisjordania y Jerusalén este se deterioró desde la desaparición de tres colonos de un asentamiento sionista y empeoró más después que extremistas judíos secuestraron, torturaron y quemaron vivo a un adolescente palestino de 16 años la semana pasada.


De una parte, tropas de la ocupación mantienen el sitio contra la ciudad cisjordana de Hebrón y las redadas contra la población autóctona durante las cuales han muerto casi una decena de civiles, casi 700 sido arrestados mientras los heridos se aproximan al centenar.

Mientras, cazas israelíes bombardearon en la madrugada del martes más de 50 objetivos en la Franja de Gaza, horas después de anunciar el inicio de la operación “Borde Protector” contra el movimiento Hamás en el enclave palestino. Varias viviendas han quedado completamente destruidas a causa de los ataques.


Entretanto, prosiguen los lanzamientos de cohetes desde la Franja. El brazo militar de Yihad Islámica ha asegurado que sólo durante la mañana ha lanzado más de 60 proyectiles y ha advertido de que seguirá mientras persista la "agresión israelí".

Por su parte, el brazo armado de Hamás, las Brigadas de Ezzedin al Qassam, ha afirmado a través de un comunicado que el bombardeo de viviendas es una “línea roja", al tiempo que ha advertido a la ocupación israelí de que "si no se pone fin a estos actos, se responderá ampliando el círculo de objetivos".


Fuentes militares israelíes han asegurado que la operación se expandirá en los próximos días e incluirá preparativos para una eventual ofensiva terrestre.