El ayatola Mohamed-Ali Movahedi Kermani condenó los actos terroristas de grupos extremistas que combaten en Iraq y Siria, y estimó que sus posturas anti-islámicas son una amenaza a la paz y la seguridad mundiales.

Durante el sermón que ofició en la capital Teherán en su condición de líder interino de las plegarias del viernes, Kermani deploró la ofensiva armada del Estado Islámico de Iraq y Levante (Daesh), renombrado como Estado Islámico (EI) tras proclamar hace una semana un "califato".


"Constituye una amenaza para todas las religiones", insistió el Ulema, al agradecer a Dios por "escuchar las auténticas noticias sobre continuas derrotas y la próxima aniquilación de Daesh" en toda la región.

En opinión de Kermani, las matanzas que lleva a cabo el EI contra gente inocente, la mayoría devota del Islam, son brutales asesinatos, y merecen la respuesta firme del Ejército iraquí apoyado por la población.

Asimismo, atribuyó a las que definió como potencias opresoras globales la responsabilidad por el surgimiento y el apoyo financiero a organizaciones como Daesh, Al-Qaeda y otras de la misma línea radical.

Los Gobiernos occidentales creyeron que mediante la matanza de pueblos, la promoción del terrorismo y el fomento de actos mezquinos de ese tipo, bloquearían el avance de la influencia revolucionaria islámica en el mundo, pero "gracias a Dios, fracasaron", acotó.

Daesh y las milicias que le apoyan pidieron a soldados y efectivos de seguridad iraquíes rendir obediencia al recién anunciado califato, so pena de ser ejecutados, mientras más de un millón de personas han huido de Mosul, Tikrit y otros poblados del noroeste de Iraq.