El presidente iraní, Hassan Ruhani, garantizó al primer ministro de Iraq, Nuri Al-Maliki, pleno apoyo para combatir el terrorismo en el vecino país.

Durante una conversación telefónica, Ruhani manifestó a Al-Maliki que Teherán hará el máximo posible a nivel regional e internacional "para combatir la matanza y los crímenes de los terroristas ... porque no toleraremos que quienes apoyan al terrorismo desestabilicen Iraq".


El mandatario iraní también saludó el llamado del influyente Ulema chiita iraquí, Gran Ayatolá Alí al-Sistani, a que los ciudadanos de su país, en particular feligreses de esa confesión musulmana, tomen las armas para combatir a los "takfiríes”.

Ruhani elogió la unidad de los iraquíes que se alistan como voluntarios para defender sus localidades de la ofensiva del Estado Islámico de Iraq y Levante (EIIL) y dijo confiar en que se pueda restablecer pronto la normalidad.

Voceros del EIIL, conocido en árabe como DAESH, amenazaron que tras tomar ciudades del norte y centro norte como Mosul, la segunda de aquella nación, y Tikrit, su objetivo es marchar sobre Bagdad y continuar hacia el sur para adueñarse de las localidades santas chiitas de Karbala y Najaf.


Más de medio millón de personas huyeron de Mosul, capital de la provincia norteña de Nínive, desde el pasado día 10 y el éxodo prosigue en Tikrit, cabecera provincial de Salaheddin, así como en el poblado de Baiji, donde está la mayor refinería de petróleo del país.