Participantes en la segunda conferencia internacional Amigos de Siria coincidieron en la necesidad de hallar una solución política al conflicto armado, sin interferencia externa, según el comunicado final difundido ayer.

El documento resumen de las discusiones sostenidas el domingo en Teherán saludó toda iniciativa para un arreglo político constructivo a la crisis siria, y demandó el cese del apoyo financiero, logístico y armamentista de Occidente y algunos países árabes a las bandas que combaten contra Damasco.

Los jefes de comisiones parlamentarias de Política Exterior de 25 países autodefinidos como amigos verdaderos de Siria también repudiaron los esfuerzos de Gobiernos occidentales por remitir el conflicto sirio a la Corte Penal Internacional.

Tal pretensión es una maniobra para arruinar la atmósfera electoral en Siria, sostuvo la declaración final al encomiar la posición de Rusia y China, naciones a las que calificó de hermanas, de rechazo a la aprobación de un proyecto de resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU.


Como alternativa, los dirigentes parlamentarios consideraron una decisión correcta para solucionar la crisis humanitaria en aquel país la creación de un grupo internacional técnico y especializado que respete la soberanía e integridad territorial de Siria.

Los 12 artículos y tres cláusulas anexas del documento final de la segunda conferencia de Amigos de Siria también expresó confianza en el desarrollo democrático de esa nación y en la capacidad de su Gobierno para solucionar el contencioso desatado en marzo de 2011.

En declaraciones a la prensa, el canciller iraní, Mohamed Yavad Zarif, y el presidente del Majlis (parlamento), Alí Lariyani, llamaron ayer a apoyar los esfuerzos pacificadores de Damasco y alertaron de que bandas terroristas asistidas por Occidente podrían boicotear las elecciones presidenciales.

Lariyani definió el conflicto en el vecino país como "el desenlace del aventurerismo de Occidente en la región", y repudió todo el respaldo político y militar dado a los opositores para generar inestabilidad y violencia en aquella nación y, por añadidura, a Medio Oriente.