7 muertos y 15 heridos en el ataque aéreo contra la administración de Lugansk


El Ministerio ruso de Exteriores calificó ayer la muerte de civiles a raíz de un ataque aéreo contra la Administración de Lugansk como “un nuevo crimen contra el pueblo” cometido por el Gobierno en Kiev.

“Las autoridades en Kiev han cometido este 2 de junio un nuevo crimen contra su pueblo”, destaca Exteriores en una nota publicada en su web.

Según la cancillería rusa, lo ocurrido demuestra que el Gobierno ucraniano es “renuente a buscar las vías de consenso nacional” y vuelve a cometer “una burda violación de los acuerdos” del 17 de abril en Ginebra reflejados en la hoja de ruta de la OSCE para Ucrania.

En su comentario, Exteriores señala que la escalada de la operación militar en el este de Ucrania coincidió con la visita del secretario de Defensa adjunto de EEUU, Derek Chollet, a Kiev.

“Llamamos nuevamente a nuestros socios occidentales a usar toda su influencia sobre Kiev para impedir que Ucrania derive en una catástrofe nacional”, destaca la nota.

Representantes de la autoproclamada República Popular de Lugansk (RPL) informaron de al menos cinco muertos a raíz del ataque aéreo contra la sede de la Administración regional. Más tarde, un legislador de Lugansk declaró a la emisora letona Baltkom que hay siete víctimas mortales y una quincena de heridos, aunque los datos disponibles, según él, son controvertidos.

El Gobierno de Kiev, entretanto, desmintió el ataque de la aviación ucraniana contra Lugansk pero admitió la destrucción de dos puestos de control que las milicias tenían en las cercanías. En cuanto a lo ocurrido en la sede de la Administración de Lugansk, según Kiev, se produjo una explosión porque milicianos intentaron usar un sistema antiaéreo contra un avión.