Aliados en sus ataques contra la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, el precandidato presidencial por el Partido Socialista de Brasil (PSB), Eduardo Campos, intenta hoy tomar distancia de su socio de derecha, Aécio Neves, para captar votos.

Las últimas declaraciones de Neves, senador y máximo representante del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), de que ambos tenían proyectos conjuntos, de cara a los comicios, generaron molestias dentro de la estructura del PSB y podrían afectar su respaldo, el cual se incrementa pero en menor cuantía que el de su aliado.


Tal situación motivó una aclaración de Campos, también exgobernador de Pernambuco, quien señaló la víspera en un seminario sobre Educación que sus propuestas y línea política divergen con las del PSDB.

"Tenemos diferentes proyectos, con diferentes bases políticas y sociales" afirmó ante jóvenes convocados por el Partido Patria (PPL), que apoya su candidatura al sillón presidencial.

A diferencia de Neves, asumí el compromiso de mantener todos los derechos de los trabajadores y considero que la edad mínima penal no debe ser alterada, comentó.

Cuestionado sobre si aceptaría el respaldo del PSDB en el supuesto caso que avance a una segunda vuelta electoral, el dirigente del PSB esquivó responder la pregunta y dijo desconocer quién quedaría en otra ronda comicial.


Medios políticos nacionales destacaron que estas declaraciones tienen como objetivo buscar alguna distancia con el líder del PSDB, quien marcha segundo en las encuestas en la intención de votos, sólo superado por Rousseff.

Con leves avances, Campos sigue en tercero en los sondeos, muy alejado de la actual mandataria y de Neves, que parece sacar provecho de alianza con PSB, en la captación de votos.

Tras las declaraciones del líder de los socialistas, la Social Democracia Brasileña difundió un comunicado en el cual reitera que su máximo representante mantiene su posición de trabajar en conjunto con su aliado (Campos) en 2015.